Para llegar a Stuttgart y citarse, a priori, con España, la carretera de Alemania en esta Eurocopa lleva a los de Nagelsmann a tomar la salida de Dortmund. Allí arriban para enfrentarse a una Dinamarca (29 de junio 21:00 horas) incapaz de ganar partido alguno en fase de grupos y con poco caudal ofensivo. Una selección de actualidad irregular, pero de recuerdo infame para el combinado teutón.

El pasado miércoles, en pleno apogeo de la última jornada de los grupos, se cumplieron 32 años del día que a Alemania le explotó la dinamita roja en la cara y Dinamarca tocó el cielo al conquistar la Eurocopa. Los periódicos de la época llenaban sus páginas con la historia de Möller-Nielsen, seleccionador danés que tuvo que reclutar a sus jugadores a golpe de teléfono.

Pues se encontraban repartidos por el mundo disfrutando de sus vacaciones tras haber quedado eliminados en la fase de clasificación a manos de Yugoslavia. Sin embargo, la guerra de los Balcanes truncó la aventura yugoslava, que no obtuvo el permiso de la UEFA para competir y repescó a la 'Dinamita Roja', que para más giro de guion llegó sin su principal estrella Michael Laudrup, quien acababa de conquistar la Liga y la Champions con el Barcelona y rechazó la convocatoria. 

En la primera fase, Dinamarca empató con Inglaterra, perdió con Suecia y ganó a Francia. Se clasificaron como segundos de grupo detrás de los suecos y en semifinales derrotaron a Países Bajos en la tanda de penaltis. El héroe del partido fue Peter Schmeichel, que paró el penalti definitivo a Van Basten y llevó a los daneses a la final. Sin complejos y con un juego desenfadado y ambicioso, Dinamarca culminó la gesta y se impuso a Alemania 2-0 con goles de Jensen y Vilfort.

Aquella sombra se ha ido alejando con el paso de los años, pero reaparece y retumba entre los aficionados alemanes cuando ambas selecciones se vuelven a enfrentar en una Eurocopa. Más todavía si se tiene en cuenta que desde aquel partido, Alemania tan solo ha sido capaz de ganar a Dinamarca en dos ocasiones. El paso previo a unos cuartos de final contra España pasa por vencer al combinado nórdico y sus viejos fantasmas. 

"Tenemos que hacer nuestros deberes primero. Es suficientemente duro ganar los octavos de final, pero eso también va por los españoles", afirma Rudi Völler, directivo de la Mannschaft. Para ello, Nagelsman contará con su once de gala: Kroos en la sala de máquinas, Andrich de copiloto, Gündogan por delante y, arriba Wirtz y Musiala por bandas y Havertz como falso nueve.

Es precisamente esa última posición la que más atención copa en la expedición danesa, ya que si Füllkrug sale de inicio, los comportamientos defensivos cambian por completo. "Cambia cosas, pero sabemos que Füllkrug actuará durante el partido. Estamos preparados", afirma Hjulmand. "Kasper ha hecho diferentes preparaciones para diferentes partidos. Nos preparamos para todo, y deberemos cambiar durante el encuentro. No nos importa, ya veremos", sostiene Jannik Vestergaard.

Füllkrug celebra su gol anotado ante Suiza. REUTERS.

Füllkrug viene con hambre y la moral alta después de haberse convertido en héroe nacional por unas horas con su agónico gol ante Suiza que precintó el primer puesto. La variedad táctica es el principal intangible que el delantero de Dortmund da a Alemania. Un juego más hilvanado y buscando el espacio cuando él no está y más directo con su presencia. 

Precisamente, Hjulmand, quien no jugará por sanción, dejará su sitio a Delaney o Norgaard, depende de la evolución del primero en su proceso gripal. Nagelsmann tiene claro el sustituto de Tah, será Schlotterbeck, pero no su pareja. Ante las molestias de Rüdiger, Waldemar Anton podría debutar. Alemania, en busca de espantar los fantasmas daneses para citarse con España.