Con suspense, con intriga hasta el último segundo, pero la Eurocopa 2024 podrá presumir de haber albergado un duelo entre Cristiano Ronaldo y Kylian Mbappé. Francia sufrió para eliminar a Bélgica en un partido infame, y después Portugal tuvo que recurrir a la tanda de penaltis para deshacerse de la débil Eslovenia, pero el fútbol tenía guardado este giro para los más fanáticos.

El duelo promete emociones fuertes. Ya no sólo por ser un Francia - Portugal, tampoco por disputarse un puesto en las semifinales, sino sobre todo por ver frente a frente a dos figuras de talla mundial que representan de forma contradictoria a la vez épocas diferentes pero también iguales. 

Los 39 años de Cristiano Ronaldo, batiendo todos los récords imaginables en las Eurocopas, contra los 25 de Kylian Mbappé. Catorce primaveras de diferencia que, sin embargo, les van a juntar en el mismo terreno de juego y en la misma competición en busca de la gloria. 

El momento de auge del francés, recién fichado por el Real Madrid para tratar de ganar de una vez por todas la Champions League, contra el ocaso de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos que ya golea en la liga saudí. Los contrastes son grandes, pero el mérito de todo lo que todavía sigue haciendo el portugués lleva este duelo a otro nivel.

No está siendo la mejor Eurocopa de ninguno de los dos, eso es cierto. Entre ambos apenas suman un gol en todo el campeonato, un registro ridículo revisando los nombres de quienes hablamos, pero ni siquiera eso puede deslucir un cara a cara que va a centrar todos los focos en los cuartos de final.

El choque de generaciones

Cuando Cristiano Ronaldo debutaba en una Eurocopa allá por el verano de 2004 Kylian Mbappé apenas tenía cinco años. Ese es el fiel reflejo del tremendo choque de generaciones que se va a vivir sobre el césped el próximo viernes en el duelo entre Portugal y Francia. 

El morbo lo ponen dos figuras en momentos muy diferentes de sus carreras deportivas pero que ahora pelean por el mismo objetivo. Trayectorias brillantes que deben ser entendidas cada una en su medida porque lo que ha recorrido uno todavía no ha podido hacerlo el otro. 

Cristiano Ronaldo es ya el mito de las Eurocopas. En Alemania está viviendo su sexta participación en este torneo en el que ya ha reventado todos los récords de goles, minutos y asistencias. No ha habido jugador más longevo y efectivo que él en la historia de la competición, pero es consciente de que atraviesa el tramo final de su carrera deportiva.

CR7 está ante su última participación en esta competición y por eso cada partido es una verdadera final para él. No hay más que ver como se tomó cada fallo en los octavos de final ante Eslovenia, la manera en la que lloró tras fallar su penalti y como celebró el pase a cuartos para tener una oportunidad más para seguir haciendo historia.

Cristiano ya lo tiene casi todo a nivel deportivo después de tantos años ininterrumpidos de éxito, pero su hambre voraz le sigue llevando a trabajar cada día al máximo. Por eso, pese a que se marchó a Arabia Saudí a jugar en una liga menor, Portugal se sigue aferrando a él como principal baza para hacer algo grande en esta Eurocopa.

Como Francia a Kylian Mbappé, aunque en condiciones muy diferentes. El galo llega en un momento muy distinto de su carrera deportiva, seguramente en el momento de más madurez futbolística y mental a sus 25 años, y eso le hace ganar puntos en el cara a cara ante CR7.

Con su fichaje por el Real Madrid recién formalizado para seguir impulsando su carrera deportiva, no hay ningún género de duda de que Mbappé es uno de los mejores jugadores del momento. Tiene unas cualidades impresionantes para jugar al fútbol, y como él no sabe lo que es ganar una Eurocopa está en Alemania dispuesto a hacer historia.

Kylian también aspira a ser uno de los mejores delanteros de todos los tiempos, y con 25 años todavía tiene tiempo por delante para serlo. Ya ha ganado muchos puntos a lo largo de los últimos años con una trayectoria increíble, así que quiere seguir subiendo escalones porque es otro ganador nato.

Una Eurocopa discreta

El duelo acaparará por supuesto todos los focos de este duelo entre Francia y Portugal en los cuartos de final. Sin embargo, la participación de Cristiano Ronaldo y Kylian Mbappé no está siendo demasiado llamativa hasta el momento. 

Se esperaba que ambos estuvieran peleando por ser los máximos goleadores de la competición, pero la realidad dice que entre los dos apenas ha conseguido anotar un gol. Mbappé ha sido el único en ver portería, algo que hizo en el partido de la fase de grupos ante Polonia, mientras que a Cristiano se le sigue resistiendo su gran objetivo.

Kylian juega, no obstante, mermado desde el principio por el aparatoso incidente que vivió en el primer partido ante Austria. Ahora tiene que llevar una máscara protectora para evitar males mayores en su maltrecho tabique nasal, y eso le está lastrando.

En el caso del portugués, la insistencia no le ha llevado todavía al premio. Es indiscutiblemente la referencia ofensiva de su equipo en cada partido, remata más que nadie y se juega todo lo que puede, pero a veces su afán por marcar pasa a ser una obsesión. Como sucedió en el partido ante Eslovenia, cuando se le vio llorando desconsoladamente tras fallar un penalti. 

Los dos saben que no están a su mejor nivel en esta Eurocopa y eso, lejos de ser un defecto, puede convertirse en un gran aliciente para este duelo. Ambos ven este choque como una oportunidad única de reivindicarse y de resarcirse, así que todo está preparado para un choque de titanes que dejará tan sólo a uno de ellos en semifinales de la Eurocopa.