El torneo de selecciones más importante del continente europeo ya llega a cuartos de final. En esta edición de la Eurocopa 2024, España, que ha ganado todos sus partidos hasta la fecha, parte como segundo equipo favorito candidato a llevarse el trofeo de campeón, por detrás de Inglaterra. Su siguiente rival será la anfitriona Alemania, y el partido se disputará en un estadio emblemático: el Stuttgart Arena.
El hogar del equipo VfB Stuttgart, también conocido como el Mercedes Benz Arena, es una de las sedes más destacadas de la Eurocopa 2024. El partido España-Alemania será el último que se juegue en esta sede, y hasta 51.000 espectadores podrán vivir este emocionante encuentro que descubrirá al primer semifinalista del torneo.
Este estadio fue inaugurado en 1933, y ha pasado por varias renovaciones y ampliaciones desde su construcción. La más significativa fue la que se hizo tras el Mundial de 2006, cuando se eliminó la pista de atletismo y se establecieron dos fondos. Actualmente, el estadio posee una semicubierta, con graderíos de color rojo distribuidos en anillos y con opción de localidades de pie y butacas asignadas.
El nombre del feudo ha ido cambiando con los años. Sus inicios estuvieron directamente vinculados con el nazismo, por eso fue conocido en un primer momento como el Estadio Adolf Hitler. Tras la Segunda Guerra Mundial pasó por muchos cambios, hasta que en la actualidad ha adoptado el nombre de una firma comercial: Mercedes Benz Arena.
Este campo de futbol alemán comparte patrocinio con el estadio de moda de Atlanta: Mercedes Benz Stadium. Ambos estadios comparten nombre, pero si nos centramos en su diseño nada tiene que ver el uno con el otro.
Dos estadios que comparten nombre
El de Estados Unidos es la casa de los Atlanta Falcons y Atlanta United, fue sede de la Superbowl de 2019 y es actual sede de partidos de fase de grupos de la Copa del América 2024.
Además, su diseño lo convierte en uno de los estadios más modernos del mundo, y probablemente los clubes de Europa acaben copiándolo. Sus elementos más llamativos son: el techo retráctil dividido en ocho piezas triangulares traslúcidas que se deslizan en línea recta y el gigante videomarcador 360º.
Con esta cubierta retráctil que huye de lo que estamos acostumbrados a ver, ya que cada pieza se mueve de forma independiente para que el estadio pueda abrirse y cerrarse, y el videomarcador gigante, con el que los espectadores corren el riesgo de ver el partido a través de la pantalla en vez de en directo, su construcción tuvo un coste de 1.600 millones de dólares. Esto lo convirtió en el estadio más caro del mundo.