Si hay alguien que imponga respeto en el lado del cuadro contrario al que marcha España esa es la selección de Países Bajos. Los de Koeman siguen con su camino triunfal en la Eurocopa y se citaron con Inglaterra en las semifinales después de derrotar a Turquía con remontada incluida. [Así vivimos la victoria de Países Bajos ante Turquía]

La 'Oranje' demostró tener capacidad de reacción para darle la vuelta a una situación que se le había puesto muy cuesta arriba. En esa riqueza está la clave del éxito y más en torneos de este tipo, así que los neerlandeses ya sueñan con repetir la final del Mundial de 2010 y vengarse de España. 

Una batalladora Turquía estuvo a punto de dar la sorpresa. Se adelantó con el gol de Akaydin en la primera mitad y por momentos desesperó a su rival, pero la entrada de Weghorst, mérito de Koeman, lo cambió todo. Países Bajos encontró una válvula de escape con él de referencia, pudo adelantar líneas y terminó encontrando la remontada aunque ni siquiera fuera este delantero el protagonista de los goles.

Turquía sorprende

El destino de los cuartos de final pudo haber cambiado prácticamente en la primera acción del partido. Cuando no se había cubierto ni siquiera el primer minuto de juego, una buena combinación colectiva terminó con un disparo de Memphis desde dentro del área, pero su lanzamiento se marchó a las nubes.

Fue un buen arranque del equipo de Koeman, que disfrutó de un nuevo acercamiento en las botas de Gakpo, pero Turquía comenzó poco a poco a equilibrar de nuevo la balanza. Los turcos no se amedrentaron, tampoco le perdieron la cara al partido, así que pusieron su carta de presentación sobre la mesa con un disparo desde la frontal del área que se marchó arriba por muy poco. 

El partido fue entrando en una fase un poco monótona que recordó por momentos al Inglaterra - Suiza de unos minutos antes, pero por suerte aquel letargo fue momentáneo. Pese a que Países Bajos trataba de llevar el pase del partido a través de la posesión, Turquía salía con mucho peligro a la contra. Sus carrileros largos y la calidad de sus delanteros como Yilmaz, Yildiz y Arda Güler suponían una amenaza constante. 

Los jugadores de Turquía celebran el gol ante Países Bajos. REUTERS

Al borde de la media hora de juego Akaydin avisó por primera vez en una acción a balón parado. El central recibió un buen pase de Çalhanoglu y remató en posición forzada arriba, pero poco después no iba a perdonar. 

Turquía acogotó a los neerlandeses a base de saques de esquina y en uno de ellos consiguió dar el mazazo. Del córner salió una segunda jugada en la que Güler puso el centro al segundo palo y allí se elevó Akaydin sobre todos para hacer el primer tanto del partido. Con esa ventaja se marcharon los turcos al descanso.

Una nueva cara

Koeman quiso mandar un mensaje nada más comenzar la segunda mitad con la entrada de Weghorst. Lo cierto es que aquello surtió efecto, porque de repente Países Bajos encontró en los centros al gigantón una alternativa con la que crear peligro que no había explorado hasta el momento.

En un cabezazo del delantero con el que trató de combinar con Memphis estuvo a punto de llegar el empate, aunque Turquía no se encerró tratando de aferrarse al resultado. De hecho, a punto estuvo de llegar la sentencia con un disparo de Güler en una falta que se estrelló contra la madera. 

Yildiz también tuvo en sus botas el segundo de Turquía, pero Países Bajos empezó a verse contra las cuerdas y empezó a acogotar a su rival en su área. Lo hizo a base de empuje más que de fútbol, pero resultó efectivo. Memphis sacó un córner en corto, le devolvieron el balón y lo puso al corazón del área. Allí apareció libre de marca De Vrij para, con un remate perfecto, hacer el empate. 

Los jugadores holandeses celebran el gol de De Vrij. REUTERS

Eran buenos minutos de Países Bajos, que aprovechó la ola para culminar la remontada en un abrir y cerrar de ojos. Dumfries puso un centro peligroso que cruzó el área de derecha a izquierda, y en el segundo palo, en pugna con un defensor turco, apareció el de siempre, Gakpo. Su pugna con Muldur hizo que el lateral metiera el pie y marcara en propia meta.

El gol fue un duro golpe para Turquía que, no obstante, no se dio por vencida. Al borde del final gozó de una doble ocasión que la defensa holandesa salvó bajo palos, y después Akturkoglu remató fuera en el minuto 90 una falta. Todavía en el añadido Verbruggen tuvo que sacar una mano milagrosa, todavía no sabe como, para evitar el empate.

Con mucho sufrimiento, pero Países Bajos ya está en las semifinales de la Eurocopa y amenaza a la actual subcampeona.