En un lado del cuadro, España, Alemania, Francia o Bélgica. En el otro, apenas Inglaterra, Países Bajos o Italia. Esa fue la configuración de las eliminatorias a la que dio paso la fase de grupos de la Eurocopa, un reparto muy desigualado y que ponía a la Selección en un brete por la calidad de los rivales.
Sin embargo, el equipo de Luis de la Fuente se ha ido encargado de dar buena cuenta de todo aquel que se pusiera en su camino. En la fase de grupos experimentaron la derrota Croacia, Italia y Albania, en octavos de final Georgia, y en cuartos de final nada menos que la anfitriona Alemania.
Después de esto ya nada asusta a España. Ni siquiera la Francia de un Kylian Mbappé que, dicho sea de paso, está muy por debajo del rendimiento esperado. La máscara le molesta y eso se nota a la legua, así que está muy lejos de mostrar su mejor nivel, más motivos para que la Selección siga creyendo.
Después de la gesta protagonizada en los cuartos de final contra Alemania, España ha pasado a ser una de las grandes favoritas al título si es que no es la número uno. El cruce con Francia ni siquiera interfiere en este favoritismo, y lo que parece claro es que, en una hipotética final con Inglaterra o con Países Bajos, el combinado nacional está un escalón por encima.
No es soberbia, tampoco prepotencia, pero España tiene licencia para soñar viendo lo que hay en el otro lado del cuadro. Ni Bellingham está en su mejor momento, ni Países Bajos tiene más allá de Gakpo a una figura en una forma excelsa que suponga una gran amenaza, así que los dos pasos hacia la gloria parecen más cortos que nunca.
Inglaterra, a duras penas
España se puede permitir el lujo de seguir soñando, y los motivos se acrecientan si mira a la soñada final. Uno de los posibles rivales es Inglaterra, pero cualquiera diría fácilmente que la Selección está ya no uno, sino dos o más escalones por encima del combinado inglés.
La actual subcampeona está penando en el torneo para seguir adelante. Ya contra Eslovaquia tuvo que acudir a la prórroga con ese gol de Bellingham sobre la bocina, y en esta ocasión ha tenido que recurrir a los penaltis para deshacerse de Suiza en un partido absolutamente infame.
No hay ni un solo jugador del equipo inglés que asuste, y eso que tiene nombres más que contrastados y algunos que incluso han firmado una temporada excelsa. Bellingham es la sombra de lo que puede llegar a ser, Harry Kane está desubicado, Rice no mueve al equipo, Foden no ha hecho ni una sola acción determinante en todo el torneo...
El único que parece capaz de tirar del carro es Saka. El jugador del Arsenal fue el clavo ardiendo al que se agarró Inglaterra en el partido ante Suiza, porque tan sólo él desequilibró por la banda y aportó algo de vértigo al juego de Inglaterra.
Southgate está muy cuestionado pese a que los resultados de la selección inglesa, objetivamente hablando, son muy buenos. Llevó a Inglaterra a ser subcampeona en la pasada Eurocopa y ahora ya está en semifinales, a punto de repetir final. Sin embargo, su inmovilismo y la poca identidad del equipo le ponen una y otra vez en el punto de mira.
Países Bajos y la venganza
A medida que avanza el torneo, a Países Bajos le está entrando más sed de venganza. El conjunto que dirige Ronald Koeman no olvida lo que sucedió en Sudáfrica 2010, donde España logró su primer Mundial, y cada vez ve más de cerca a los de Luis de la Fuente en una hipotética final.
En el caso de que esto suceda, a España no le intimida en exceso la 'Oranje'. Es cierto que los neerlandeses han demostrado tener mucho más fútbol y también alternativas que Inglaterra, seguramente sean una de las mejores selecciones de la Eurocopa, pero no han alcanzado el nivel de la Selección.
Su hombre más en forma es Gakpo, aunque el futbolista del Liverpool no estuvo demasiado brillante en los cuartos de final. Es, no obstante, uno de los máximos goleadores del torneo y ha demostrado tener olfato para estar en el sitio preciso y en el momento clave.
Más allá de él, Países Bajos cuenta con dos buenos centrales como De Vrij y Van Dijk, pero han demostrado que no son ni mucho menos inexpugnables. Xavi Simons lo juega todo pese a estar firmando una Eurocopa más que discreta y con muy poco acierto, y algo similar sucede con Memphis Depay, que tiene mucho peso dentro del equipo pero no define partidos.
Koeman, eso sí, demostró tener un plan B para cuando las cosas se tuercen y se sacó el as de la manga de Weghorst en el partido contra Turquía. A base de centros laterales buscando al espigado delantero desatascó el partido camino de las semifinales, y así es como sufrió España contra Alemania.
Dos selecciones y jugadores lejos de su mejor nivel que no terminan de asustar a España. Primero los de Luis de la Fuente se las tendrán que ver con Francia, pero está claro que si llega a la final el favoritismo recaerá del lado de la Selección.