Agen, una localidad francesa de 30.000 habitantes, puede presumir de tener a un semifinalista de la Eurocopa. Todos ellos sentirán orgullo por verse representados de esta manera, pero el martes tendrán el corazón dividido. ¿La razón? que su futbolista no defenderá los colores de Francia.

El protagonista en cuestión es Aymeric Laporte. Un jugador cuyo motor en la vida ha sido el fútbol. Desde sus primeras patadas al balón con 5 años en el Sporting Union Agen hasta vestir la elástica de España, la vida de Laporte ha sido un cambio constante y una aventura allá por donde le ha llevado su carrera. 

Con solo 12 años abandonó el hogar familiar en Agen para marcharse interno al Colegio Didier-Lamoulie, en Miramont-de-Guyene, donde combinó su formación académica con la deportiva. Tres años después volvió a hacer las maletas, esta vez a España, para recalar en la cantera del Athletic Club. A partir de ahí, varias temporadas en el club vasco, otras tantas en el Manchester City y ahora en las filas del Al Nassr de Arabia Saudí.

Con casi 500 partidos y 18 títulos a sus espaldas, Laporte sigue con hambre de más y su próximo objetivo es ganar la Eurocopa con España. En semis le espera un partido especial ante su país y en la final podría verse las caras con Países Bajos o Inglaterra, lugar donde ha pasado los mejores años de su carrera.

La historia del fichaje

Nacido en Francia, pero defendiendo los colores de España. Una historia que se inició en 2010 con su llegada a Lezama y que se ha debido únicamente a cuestiones estrictamente deportivas. La familia de Laporte es de nacionalidad francesa, no tiene lazos españoles. 

Ante la imposibilidad de jugar con Francia por no contar en los planes del seleccionador galo Didier Deschamps, el defensor decidió aceptar la oferta de la RFEF para jugar con la Selección. En mayo de 2021, justo antes del inicio de la Euro, el BOE publicó que Aymeric Laporte había sido nacionalizado español.

Laporte, con las categorías inferiores de Francia FFF

Los contactos entre la RFEF y Laporte venían de lejos. En 2016 Lopetegui mostró su interés en que defendiera los colores de España, pero no fue hasta 2021 el momento en el que se la enfundó por primera vez. Fue Luis Enrique quien le convocó, y lo hizo en lugar de Sergio Ramos. Laporte llegaba para ocupar un puesto importante.

"Luis Enrique me dijo que mi estilo de juego encajaba en su idea del fútbol, que si tuviera la nacionalidad podría estar en la Selección. Hablamos y obviamente le dije que era algo muy importante para mí, para mi proyección. Esto es algo que siempre quise: jugar al más alto nivel, en un torneo internacional", explicó Laporte en su primera rueda de prensa como internacional español.

No obstante, Laporte estuvo muy cerca de ser internacional con Francia. Durante su etapa formativa, el futbolista del Al Nassr disputó 51 partidos con las selecciones base del país francés. El central jugó con los equipos sub-17, sub-18, sub-19 y sub-21, ejerciendo de capitán en algunos encuentros. Todo parecía dispuesto para que, tarde o temprano, debutase con la selección absoluta francesa, algo que sin embargo nunca ocurrió. También fue convocado hasta en tres ocasiones por la Absoluta (2016, 2017 y 2019), pero no logró a debutar nunca. Eso le permitió vestir la elástica de España.

Un líder 

Laporte debutó el 4 de junio de 2021 en un amistoso con Portugal. Desde entonces 32 internacionalidades más en las que se ha convertido en un hombre indiscutible dentro del once de la Selección. En la Euro 2020 jugó todos los minutos, en el Mundial fue clave y también lo jugó todo en la Final Four de la Nations League en la que España volvió a levantar un título 11 años después.

A la Eurocopa 2024 llegaba con más dudas. Su marcha a la liga saudí puso en tela de juicio que estuviera listo para el primerísimo nivel y su inicio en el torneo también fue complicado. Unas molestias le impidieron estar presente en el debut contra Croacia, pero a partir de ahí entró en el once para quedaré.

Laporte pugna un esférico con Havertz. EFE

Jugó el encuentro entero frente a Italia y fue sustituido al descanso ante Albania para no ver la segunda amarilla. Fue titular contra Georgia y en el partido de los cuartos de final fue una de las mayores figuras. Realizó ocho despejes, dos entradas, ganó todos sus duelos en el suelo y obtuvo un 92% de acierto en el pase. Una actuación muy sólida en la que redujo al máximo a Havertz.

Ahora, contra Francia tendrá la misión de cubrir a Mbappé. El delantero galo no está ofreciendo su mejor versión, pero no deja de ser una gran amenaza. También tendrá que lidiar con hombres como Griezmann o Dembélé y deberá ser el líder de una defensa que llega entre algodones.

Le Normand, su compañero en el centro de la zaga, y Carvajal están sancionados por lo que no se vestirán de corto. En su lugar entrarán Nacho y Jesús Navas quienes deberán ofrecer el máximo para detener el arsenal ofensivo de la selección francesa.