España sueña con la cuarta Eurocopa de su historia. Solo le separa de ello la final ante Inglaterra, en Berlín, tras recorrer un camino casi perfecto en el torneo: seis victorias en seis partidos, algo nunca visto en un gran torneo de selecciones, y 13 goles a favor y tres en contra. Este equipo tiene madera de campeón.
Europa se ha enamorado en las últimas tres semanas de la Selección que conduce Luis de la Fuente. Ahora todo son elogios a su juego y sus capacidades ofensivas: nadie ha hecho más goles ni más disparos totales (108). Futbolistas como Lamine Yamal o Nico Williams son los que acaparan los focos en el continente. Pero nada de esto es lo que más teme Gareth Southgate, seleccionador inglés, para la final.
"Nosotros también queremos tener la bola, y la tuvimos en la primera parte en Países Bajos más que ellos. Habrá que quitarle el balón a España. Pero de España no solo se puede decir que tiene la posesión, sino que presiona muy bien. Y eso nos va a exigir a ser excepcionales con el balón. Creo que podemos hacerlo mejor y que tendremos oportunidades", dijo Southgate tras la milagrosa victoria de Inglaterra en semis con un gol en el descuento.
La clave de España sin balón está en la fuerte presión al rival que ejercen todos sus jugadores. La defensa empieza en el ataque. Una cualidad que tiene este equipo que ya le ha pasado factura a grandes selecciones como Italia, Alemania y Francia. Todas sabían a lo que se enfrentaban y todas acabaron asfixiadas en el campo ante el combinado que también más faltas comete (83) y que, sobre todo, más recuperaciones de balón tiene (255).
"La Selección nos ha sorprendido muy gratamente. Defensivamente ha estado muy bien, empezando por la presión que ha hecho desde arriba a los rivales". Quien habla con EL ESPAÑOL es un central de época del fútbol español: Miguel Ángel Nadal, 62 veces internacional con la Selección, siendo parte del equipo en tres Mundiales (1994, 1998 y 2002) y una Eurocopa (1996). En esta última, España cayó eliminada precisamente ante Inglaterra, fallando él uno de los penaltis en la fatídica tanda ("Eso jamás se olvida", asevera), y ahora esta generación quiere cobrarse la venganza por ellos.
La presión adelantada de España
Miguel Ángel Nadal, que desarrolló su carrera a nivel de clubes como central del Mallorca y del FC Barcelona, destaca la propuesta en la presión adelantada que hace España. Los pupilos de Luis de la Fuente no tardaron en dejar su sello en esta Eurocopa: "Intentábamos tener el balón, pero no lo hemos logrado", dijo Lorenzo Spalletti, seleccionador italiano, tras el segundo partido de la Eurocopa.
Y no fue porque a los italianos les pillara por sorpresa, puesto que ya lo tenían muy estudiado. "El peligro de España es su presión tras pérdida. Tenemos que poner el balón en seguridad una vez recuperemos porque ellos buscan el robo rápido para crear una ocasión, es uno de sus mayores peligros", analizaba Giacomo Raspadori, delantero de Italia y del Nápoles, en la previa.
España lidera de lejos la tabla de balones recuperados en esta Eurocopa. Con 255 recuperaciones, son 24 más que Francia (231) y 30 más que Inglaterra (225). En duelos (74), solo es superada por dos selecciones físicas como son la de Eslovenia (79) y la de Turquía (77).
Pero lo importante es ver dónde roba España. Prácticamente el 50% de sus recuperaciones son de mediocampo hacia arriba. El 38,3% son el segundo tercio del campo y el 11,6% en el último.
"Nos hemos enfrentado contra la que creo que es la segunda selección más potente, que era la alemana, y la ganamos de manera brillante", apunta Miguel Ángel Nadal a este diario. La selección germana, la anfitriona, también tenía muy estudiada a España. "Cuando recuperan no se quedan con la pelota y la juegan hacia atrás, sino que son más verticales", dijo Leroy Sané en la previa.
Esta España es agresiva, a la par que solidaria en las ayudas de todos los jugadores. También es la selección que más faltas ha hecho en lo que va de Eurocopa, con 83, que son 15 más que Alemania, la segunda, y 33 más que Inglaterra, que se encuentra en el octavo puesto de este ranking.
Lo importante, nuevamente, vuelve a ser dónde comete España esas faltas. En este caso, la mitad son en campo contrario entre intentos fallidos de robos tras pérdidas o cortar por lo sano el inicio del ataque rival.
Aún así, España no es la selección que más tarjetas ha visto. Turquía lidera el ranking con 20, seguida de las 15 de la Selección, que no está muy lejos de las 14 de Alemania o las 11 de Inglaterra.
"A día de hoy, viendo cómo se está jugando, es normal que en Inglaterra tengan cierta preocupación porque España, en todas las líneas, es el equipo que se ha movido con más coordinación tanto en ataque como en defensa", dice Miguel Ángel Nadal para identificar a esta Selección.
Y si bien no es un defensa, no duda en destacar a Rodrigo Hernández por lo que aporta también en las fases sin balón de la Selección: "Sabe tener el juego equilibrado y tener un orden continuo, dando mucha más estabilidad a la hora de defender y así los centrales siempre parten con ventaja". El pivote madrileño, un serio candidato al Balón de Oro si España gana la Eurocopa, solo es superado en recuperaciones por el inglés Declan Rice (41 a 31) sin contar a los defensas del torneo.
Pero aquí suman todos, algo que también tiene claro Miguel Ángel Nadal: "La Selección ha ido variando algunos jugadores y todos han peleado de una manera muy correcta. Todos, o la mayoría, estamos sorprendidos por el buen juego y por el equilibrio que tiene la Selección", termina de señalar.
Los cuatro centrales (Aymeric Laporte, Robin Le Normand, Nacho Fernández y Dani Vivian) han tenido su dosis de protagonismo, igual que Jesús Navas en el lateral derecho ante Francia supliendo a Carvajal. En el lateral izquierdo, además, España ha tenido a una de las revelaciones del torneo: Marc Cucurella. El jugador catalán, además de acertado con el balón (89,9% acierto de pase), está también entre los jugadores con más recuperaciones empatado con Rodri.
España está a un paso de volver a ganar la Eurocopa. De conseguirlo, será recordada esta victoria como la de un equipo que dio patada al 'Tiki-Taka' para apostar por un juego más vertical. Pero también la de una España solidaria, con una presión adelantada asfixiante para sus rivales.