Luis de la Fuente (Haro, 21 de Junio de 1961), el actual seleccionador nacional de fútbol, es una figura que ha captado la atención no solo por su habilidad para dirigir a España, sino también por su notable transformación física y su profundo compromiso con varios aspectos de su vida personal.
El exfutbolista ha experimentado una transformación física impresionante desde sus días como jugador. A sus 63 años, mantiene una figura envidiable, resultado de su dedicación al gimnasio.
De la Fuente no solo ve el ejercicio como una manera de mantenerse en forma, sino también como una forma crucial de mantener su salud mental y emocional. "El gimnasio es mi santuario, un lugar donde puedo desconectar del estrés del trabajo y centrarme en mí mismo", ha comentado en varias entrevistas.
Su rutina incluye levantamiento de pesas, una práctica que ha seguido con constancia y disciplina a lo largo de los años. "No se trata de hacer mucho en poco tiempo, sino de ser constante y disciplinado a lo largo del tiempo", enfatiza De la Fuente.
Además, sigue una alimentación saludable, aunque no estricta, aprovechando a menudo el menú balanceado de la cafetería de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
La importancia de la fe
La fe es un pilar fundamental en la vida de Luis de la Fuente. Se ha declarado abiertamente creyente y devoto de San Fermín y la Virgen de la Vega. Antes de cada partido, se persigna, toca el césped con los dedos y se pone en marcha para el encuentro.
"Doy más las gracias de lo que pido", ha mencionado en entrevistas, subrayando cómo su fe le proporciona tranquilidad y equilibrio. Esta devoción no solo le brinda fuerza en su vida personal, sino también claridad y firmeza en su rol profesional.
De la Fuente ha hablado de cómo su fe le ayuda a tomar decisiones, reduciendo el margen de error y proporcionándole un sentido de propósito y dirección. "La fe me da seguridad, me da confianza, me da fortaleza, me da equilibrio y me ayuda a tomar decisiones reduciendo el margen de error", explicó, destacando la profunda influencia que su religión tiene en todos los aspectos de su vida.
La familia
Aunque Luis de la Fuente es reservado respecto a su vida personal, se sabe que está casado con una mujer sevillana y tiene tres hijos. Su hijo Alberto ha seguido sus pasos en el mundo del fútbol, aunque en un rol diferente, como analista en las categorías inferiores de la selección española.
"Sabe muchísimo más que yo y está mejor preparado. Es muy bueno y da gusto ver a gente joven con la inquietud que tiene", asegura De la Fuente sobre su hijo, mostrando su orgullo y apoyo incondicional.
Para De la Fuente, la familia es una fuente de fortaleza y equilibrio. A pesar de las exigencias de su carrera, siempre encuentra tiempo para sus seres queridos, enfatizando la importancia de mantener un balance entre el trabajo y la vida personal.
Este enfoque le permite gestionar el estrés y las presiones de su rol como seleccionador nacional, asegurándose de que siempre esté en su mejor estado tanto física como mentalmente.
La música
Luis de la Fuente también es un apasionado de la música, con un gusto particular por los románticos clásicos. Es un gran fan de Julio Iglesias, a quien tuvo la oportunidad de conocer personalmente, y disfruta de otros artistas como Sergio Dalma y Luis Miguel.
Le encantan los karaokes, donde no se corta a la hora de subirse al escenario y cantar sus canciones favoritas. Este amor por la música es una forma para él de relajarse y desconectar del estrés cotidiano.
De la Fuente es un ejemplo viviente de cómo la dedicación al bienestar físico y mental, la fe, y los valores familiares pueden coexistir con una carrera exigente en el fútbol de élite.
Su historia inspira no solo a aquellos en el ámbito deportivo, sino a cualquier persona que busque equilibrar sus intereses personales con sus responsabilidades profesionales.