La fortaleza del Krasnodar en su estadio, donde desde el mes de septiembre sólo ha ganado el Schalke alemán, pondrá a prueba la mínima ventaja del Celta de Vigo en su eliminatoria de octavos de final de la Liga Europa.
El técnico argentino Eduardo "Toto" Berizzo pierde, por lesión, a Marcelo Díaz pero recupera a Tucu Hernández, uno de sus pulmones en el centro del campo, para el choque que decidirá el pase a la siguiente fase del equipo ruso o del español.
El regreso del internacional chileno es una magnífica noticia para el Celta, que encara el duelo con el reto de alcanzar, por cuarta vez en su historia, los cuartos de final de una competición continental (las tres anteriores fueron de manera consecutiva en las temporadas 1998-99, 1999-2000 y 2000-01).
El gol de Claudio Beauvue, quien puso el 2-1 en el último minuto del choque de Balaídos, otorga el papel de favorito al equipo español, que se mostró muy superior a su rival en la ida salvo en diez minutos del segundo tiempo, en los que encajó el gol de Claesson.
El Celta, que ha marcado dos goles en cada uno de sus tres últimos partidos europeos a domicilio, se agarra a su pegada para superar a un rival que en Vigo apenas le asustó, si bien es cierto que no pudo contar con dos de sus mejores jugadores, el centrocampista Kaboré y el goleador Fedor Smolov, al que los rusos han "mimado" para que pueda jugar mañana.