Los aficionados radicales del Besiktas han vuelto a crear graves altercados por Europa. Los ultras turcos han creado el pánico en Lyon, lugar en el que este jueves se celebra el partido de ida de cuartos de final de la Europa League entre el equipo francés y el conjunto turco.
Antes de entrar en el estadio, los ultras turcos se enfrentaron a las fuerzas del orden francesas, cargando incluso contra un empleado del campo, al que dejaron herido, según fuentes presenciales.
Al entrar en el fondo norte de Parc Olympique Lyonnais, donde se juega el encuentro, hubo los primeros enfrentamientos entre estos aficionados turcos y los hinchas locales. Un testigo local contó a EFE que un grupo de seguidores turcos lanzó desde las gradas de arriba en el fondo sur petardos a los asientos de las filas inferiores, donde se encontraban los integrantes del Lyon 1950.
El enfrentamiento fue de tal envergadura que obligó a la policía a utilizar gases lacrimógenos y los aficionados del Olympique tuvieron que saltar al campo, invadiendo el césped buscando salir de una pelea que se formó en una de las gradas, en la que se llegaron a lanzar petardos. Los turcos estaban lanzando bengalas e intentaban huir de ellas.
Radicales turcos, según añadió el diario L'Équipe, acabaron también bajando al terreno de juego, hasta que la intervención de los antidisturbios, que se produjo sin incidentes, puso fin al altercado.
El propio presidente del Olympique de Lyon, Jean-Michel Aulas, saltó también al campo para pedir calma en esos momentos de tensión.
El partido, que estaba declarado de máximo riego, con nivel 4, el máximo en la escala de valoración de riesgos, ha sido retrasado y no pudo comenzar a la hora prevista (21:05 horas), sino que lo hizo cincuenta minutos después.