El proyecto 'citizen' en el que se ha embarcado Pep Guardiola es uno de los más ambiciosos del panorama actual pero para alcanzar esas cotas la dirección deportiva del club ha tenido mucho trabajo este verano. El último en incorporarse ha sido John Stones, quien se ha convertido en el central más caro del fútbol. Tras semanas de negociación el Everton ha tensado la cuerda y ha conseguido su objetivo: aproximadamente 55,6 millones de euros. El prometedor e irregular central inglés ha sido la última apuesta del club 'citizen' que ya ha incorporado a otras peticiones de Guardiola (Nolito, Zinchenko, Sané, Gabriel Jesús, Marlos Moreno y Gundogan), un gasto cercano a los 200 millones de euros.
Al City no le tiembla el pulso con la chequera
La Premier League vive su propio torbellino financiero. Los traspasos entre clubes ingleses alcanzan cifras insultantes para el resto de ligas y la escasa producción de talento nacional hace que cualquier nombre que destaque tenga una valoración mayor si es inglés. Algo que también se entiende por los cupos de la Uefa que exigen un mínimo de futbolistas locales. Un cóctel explosivo que se sumó a las urgencias del City atrás, más aún tras el no de Bonucci y la ausencia de grandes nombres en el mercado. En un verano en el que todos los grandes de la Premier están a la caza de centrales, Stones ha roto el mercado, su llegada al City (cifrada en aproximadamente 56 millones de euros) ha hecho historia. Pep tiene a la guinda de su verano de gasto:
John Stones en horas bajas y el City desesperado
El central inglés tiene apenas 22 años y tres temporadas de experiencia, ha sido internacional y ha demostrado ser un perfil que case con el juego de posesión desde abajo que propone Guardiola. Un tipo de defensor atípico en la Premier y que ya estuvo cerca de marcharse al Chelsea el curso pasado pero el Everton se negó a su salida. ¿Por qué el Everton decide venderle ahora que con el nuevo dueño tiene más dinero y menos necesidad de soltarle? Porque la oferta es buena y por miedo a que se devalúe más. Su primer año en la élite fue muy bueno pero sus últimas temporadas nos han mostrado más errores que aciertos, en parte generados por el desastroso sistema defensivo de Roberto Martínez, pero con muestras claras de que Stones no está del todo hecho, que su actitud no es de equipo grande y que su buen juego con los pies necesita de algo más sin balón. Pep tiene trabajo para convertir toda esa materia prima en un jugador de élite.
Guardiola necesita que Stones no sólo vuelva a su mejor nivel sino que progrese bajo su idea. Si miramos al pasado los augurios no son buenos, el historial de fichajes del club en esa parcela no invitan al optimismo. Casi 250 millones de gasto en busca de una pareja de centrales solventes. Las constantes lesiones de Kompany sumadas a los centrales que se han sucedido a su lado sin asentarse (Nastasic, Demichelis, Mangala y Otamendi) han empujado al conjunto inglés a lanzarse a la desesperada por Stones.
Un verano mirando al futuro
El City ha querido arriesgar este verano, se ha alejado de las grandes superestrellas del mercado y ha construido base para los próximos años. Los fichajes de Leroy Sané, Zinchenko o John Stones sumarán desde esta temporada pero lo que se busca es asegurar el futuro para los próximos años. De hecho la incorporación de Gabriel Jesús ejemplifica eso, 32 millones de euros por el brasileño pero sin prisas apra incorporarle ya que llegará en enero o el colombiano Marlos Moreno que jugará cedido en el Deportivo este año.
Esta apuesta conlleva sus riesgos y sus costes, las promesas hay que pagarlas. De hecho la incorporación de Leroy Sané por 50 millones de euros es una de las más cifras más altas jamás pagados por un futbolista sub 21. Y deja claro que el proyecto de Guardiola está dispuesto a pagar por encima del precio de mercado por jugadores con poca experiencia para así atar en corto a las futuras estrellas del fútbol mundial. Tanto es así que Sané, además de ser uno de los más caros, es el sub 21 más inexperto de esos grandes fichajes. Un mal menor para el Manchester City, cuya cartera ha demostrado confianza ciega en los objetivos de Pep.
Todavía queda mucho trabajo pero el técnico español está demostrando que no le preocupan las cifras que haya que pagar. El fichaje de Stones, el central más caro del mundo, además añade a un inglés a la plantilla de un club con problemas para cumplir con el cupo de la Uefa que exige 8 jugadores locales y 17 extranjeros. Esas urgencias también se han notado en el precio pagado. La llegada del central es la guinda a un verano de derroche, veremos si Pep no guarda otra sorpresa.