"¿Sabes por qué pasa esto? Porque no duermen lo suficiente, no entrenan lo suficiente y tienen demasiado sexo". Son muchos los entrenadores que a lo largo de la historia han concentrado a sus jugadores la noche antes de los partidos precisamente para evitar que el agotamiento sexual mermase sus habilidades deportivas. Algo que, por lo visto, es absolutamente imposible en Ghana. O eso dice Malik Jabir.
Jugador profesional en sus años mozos, Malik Jabir llegó a ser seleccionador nacional de Ghana en 2003. Asesor técnico ahora de los Kano Pillars, de la liga ghanesa, el que fuera delantero centro tiene claro cuáles son los males del fútbol de su país y los señala con claridad meridiana: "Tienen demasiado sexo".
"Hay muchas chicas bonitas a su alrededor y los jugadores son incapaces de dejarlas solas. Muchos días, son incapaces de jugar 90 minutos porque están completamente agotados", explica.
Aunque también tiene la solución: "Hay un momento para el sexo y otro momento para el fútbol, pero si mezclas ambos nunca llegarás a lo más alto de este deporte".
Para el recuerdo quedarán grandes fiestas de deportistas que acabaron mal, como aquel cumpleaños de Benjamín con sus compañeros del Betis que desactivó Manuel Ruiz de Lopera en plena madrugada o la fiesta de algunos jugadores del Barça en un conocidísimo hotel de la Ciudad Condal con Patrick Kluivert o incluso el cumpleaños de Ronaldo Nazario da Lima cuando aún jugaba en el Real Madrid.
Causas más complejas fueron a las que aún enfrentan Karim Benzema o Frank Ribery, por sus contactos con prostitutas menores de edad o casos de abusos sexuales de algunos jugadores de la Premier League inglesa que en ocasiones se produjeron también con menores de edad.
En otro tono, inolvidable las razones que la novia de Kevin Prince-Boateng argumentaba como excusas por las reiteradas lesiones de su pareja en el AC Milan, con el que decía mantener salvajes relaciones sexuales al menos 10 veces a la semana.