A Rubén García Ruiz (Talavera de la Reina, 1980) se le conoció en su época de portero como Rubén Martín. Defendió la portería de Atlético de Madrid, Albacete y Alavés, entre otros equipos, colgó las botas en el Talavera CF y emigró a Estados Unidos. Es hijo de Martín García Muñoz, director de la Policía Científica en Talavera de la Reina e histórico guardameta del Atlético de Madrid y Talavera CF, cuyo nombre 'heredó' como apellido deportivo.
García Ruiz aparece mucho menos en la prensa que Raúl González o David Villa, pero su influencia en el fútbol del país más rico del mundo es incomparablemente mayor: entrena a todos los porteros de las selecciones estadounidenses, desde la sub-14 a la sub-23, y desde este verano hace lo propio en el New York City FC (el equipo de Villa, Pirlo o Lampard). Lleva tres años viajando sin parar por todo el mundo y por el país norteamericano: hay meses, cuenta, que no ha dormido una sola noche en su apartamento de alquiler. “Aquí hay tanto que mejorar y trabajar que por un lado es fácil hacer cosas, pero por otro lado te encuentras con problemas de cultura todo el rato, problemas de instalaciones”, dice el exguardameta en una larga charla con EL ESPAÑOL. Para muestra, un botón: después de tres años, el New York City acaba de llegar a un acuerdo para construir una ciudad deportiva “con un campo y medio” a 50 kilómetros de Manhattan.
Un país tan rico como Estados Unidos, que lleva 20 años tomándose el fútbol en serio y tiene una estructura escolar que funciona tan bien, ¿por qué tarda tanto en alcanzar un nivel acorde con sus posibilidades?
Han metido mucho dinero durante muchos años, desde luego... Sinceramente, el problema creo que está en el tiempo. En el fútbol femenino, por ejemplo, empezaron 15 años antes que en el masculino (en colegios, en ‘high schools’) y mira, ganan los Mundiales como churros. Son potencia. Es cuestión de tiempo: el fútbol nunca ha sido tan importante aquí como en Europa. Pero quieren que lo sea. Talento, como te imaginarás, hay; son 300 millones de habitantes. Y la Federación está dando pasos gigantes.
En el fútbol femenino empezaron 15 años antes que en el masculino (en ‘high schools’) y ganan los Mundiales como churros
La cultura del país hace mucho. Cada vez que llegamos a una concentración de la selección ponemos el mapa del país y una estrellita en cada estado de donde proviene un jugador... Es súpercurioso: durante mi primer año y medio (y al parecer antes también) los jugadores provenían de las costas… ¿Por qué? Porque es donde más latinos hay: Nueva York, Florida, California... Nos costaba un montón sacar jugadores del centro del país, donde es muchísimo más popular el fútbol americano o el baloncesto. Aquí no estás luchando sólo contra México, España o Italia, sino también contra la cultura.
Parece haber diferencia entre la calidad de las selecciones adolescentes y la adulta. ¿Se explica de alguna forma?
Un factor clave es el fútbol universitario. A nivel sub-15, sub-16 y sub-17 desarrollamos jugadores que compiten contra las mejores selecciones. El problema es que luego ese jugador pasa a la universidad y lo pierdes completamente. No es como en España, que un jugador con posibilidades de ser profesional se mete en esto de cabeza, los clubes le contratan y le pagan, y tanto él como su familia apuestan por ello. Aquí es más importante ir a la universidad, y cuando reciben una beca de 400.000 dólares para fichar por una universidad buena, lo prefieren a un club de fútbol profesional donde van a cobrar poco, etc. Le resuelven la vida... Y nosotros perdemos a ese jugador durante cuatro años en una etapa crucial del desarrollo. El fútbol universitario dura 4 meses al año, con unos entrenamientos malos y un fútbol arcaico: para que te hagas una idea, juegan cuatro partidos por semana, una barbaridad.
Este verano ha habido algunos juveniles que han fichado por clubes europeos.
Es una forma de corregirlo, sin duda: que los jugadores se vayan a clubes europeos en lugar de a la universidad (como McKennie al Schalke 04, por ejemplo). Empiezan a tener otro tipo de entrenamiento, otra realidad competitiva... Es una causa fundamental de progreso.
¿La Liga estadounidense (MLS) está mejor que hace cinco años, o sigue siendo una ‘outsider’?
La MLS tiene todavía muchísimo que mejorar, aunque se están dando pasos importantes... Aquí hay que mejorar el nivel del jugador medio, no las estrellas (que al final vienen por dinero). Debe venir otro tipo de jugadores, ya que hay buen salario y la competición es buena. La MLS se ha visto siempre como una competición para retirarse, hay que cambiar esa concepción. Que jugadores europeos con 28-29 años que de repente tienen menos sitio en sus equipos vengan, y que puedan volver después sin el caché afectado o menos sueldo. Es un problema de complicada solución y que requiere tiempo.
¿Cuáles son las principales diferencias entre el fútbol estadounidense y el europeo?
Este país quiere ser (y va a ser) una potencia futbolística. La mentalidad competitiva con la que enseñan al americano desde muy pequeño va a influir en el fútbol a largo plazo, aunque ahora estén a años luz de encontrar una identidad. Les falta pillería, por ejemplo. Hay cosas que sólo pasan aquí; el primer año que llegué, en un partido hubo un fuera de banda, yo no estaba pendiente y no vi de quién fue... En España, obviamente, se hubiesen peleado por el balón. Se quedaron parados todos, esperando 10-15 segundos a que yo dijese quién tenía que sacar. ¿Eso cómo lo cambias? Es cultural, no es tan fácil de entrenar.
La mentalidad competitiva con la que enseñan al americano desde muy pequeño va a influir en el fútbol a largo plazo, aunque ahora estén a años luz
El jugador americano es muy noble. Pueden ir ganando a un equipo mejor y no cambian la forma de jugar: muy abiertos, al ataque, etc. Manejar los partidos es otra asignatura pendiente. Hemos ido ganando a equipos como Italia u Holanda, y por detalles tan tontos como no utilizar el cuerpo hemos perdido partidos. Detalles que proceden de su cultura... No puedes compararlos con un argentino o un europeo. Te va a competir, pero de una manera mucho más honrada... Y al final en el fútbol, como todo negocio, la honestidad no vale siempre.
¿Les hacen falta otros veinte años para ponerse al máximo nivel?
Han empezado tarde y se nota que falta gente cualificada. Falta formación, entrenadores... Han venido entrenadores ingleses sencillamente por el acento bonito, con clases privadas de fútbol, que han infestado el país. ¡Clases privadas de fútbol! No es un engaño, pero se le parece... Y después cogen equipos de fútbol, sin apenas formación... Algo que todavía se está tratando de limpiar. Es justo al revés que en España, donde sobran entrenadores con conocimiento. Pero el idioma es una barrera, para entrenar el traductor no sirve. Es fundamental poder transmitir y llegar a la emoción del jugador, no sólo darle táctica. Tienes que manejar el idioma; mira lo que le pasó a Unai Emery cuando fue a Rusia. Yo sé lo difícil que es convencer a unos jugadores en otro idioma.
¿Se detecta también en Estados Unidos esta tendencia a que los nuevos porteros de élite sean especialistas con el pie?
Sin lugar a dudas... Uno de mis principales objetivos es que aprendan a jugar con el pie. Yo, cuando jugaba, siempre pensé que el portero podía añadir algo más, participar de otra forma, pero siempre ha habido un miedo terrible a la responsabilidad por el posible fallo. Mira lo que pasó con Ter Stegen hace unas semanas, me parece algo absurdo... El portero lo primero que tiene que hacer es parar. De nada te sirve lo otro si luego no para las 4-5 que tiene que parar por partido. Yo entreno mucho aquí la toma de decisiones, que es lo fundamental. El golpeo, el control para el pase, se puede mejorar y entrenar. Es relativamente fácil mejorarlo. Lo realmente complicado, lo que se valora, es la toma de decisiones.
El golpeo, el control para el pase, se puede mejorar y entrenar. Es relativamente fácil mejorarlo. Lo realmente complicado es la toma de decisiones
La gente lo que ve de Ter Stegen es lo bien que controla el balón o lo fuerte que le pega, pero no percibe su toma de decisiones: si Busquets hace un movimiento y deja un hombre libre, él toma la decisión correcta de pasar al jugador adecuado para romper la línea, o si viene el balón desde la derecha y sabe que el lado débil del otro equipo está a la izquierda, con dos toques te pone el balón en el otro lado.Ahí está la cualidad de un portero con el balón en los pies. Siempre ha habido porteros buenos con los pies: acuérdate de Toni Prats, por ejemplo. La clave, sin embargo, es tomar decisiones correctas en momentos de tensión. Y eso es lo que más ha evolucionado en la élite. Sin olvidar que lo primero es parar.
¿Qué opina sobre el famoso dicho de que los porteros están un poco locos?
Sólo puede decirlo alguien que no haya vivido el fútbol. Es cierto que pueden hacer un partidazo y en el minuto 90 hay un despiste un rebote y el delantero es el héroe y el portero el villano. ¿Pero los entrenadores están locos? ¡Si saben que les van a echar! Es lo mismo: si juegan mal, al que echan es al entrenador. ¿Está loco por aceptar? No… Los porteros tienen algo diferente al resto de jugadores. Son decisiones de un segundo: salir o quedarte, saltar en el momento exacto a un centro colgado entre 5 ó 6 jugadores sabiendo que si te equivocas no lo pillas o chocas con otros, etc.
¿Hay también diferencias genéticas o culturales entre los guardametas estadounidenses y europeos?
Aquí normalmente el portero suele ser físicamente fuerte. En España ha habido porteros que sin ser físicamente excelentes han competido al máximo nivel durante años. Casillas, por ejemplo: tuve la suerte de compartir vestuario un año con él en el Madrid y tiene una potencia tremenda en las piernas, pero el juego por alto quizá era su punto débil, le faltaban unos centímetros. Imagínate a Casillas con la estatura de Neuer... Aquí siempre hubo grandes porteros (Brad Friedl, por ejemplo). El problema es que hay un espacio, no vemos al siguiente portero indiscutible...
¿Tim Howard no lo fue?
Fue bueno, pero no llegó al nivel de Friedl. Friedl me decía: "Me hubiese encantado aprender más con los pies". Es un puesto con déficit para la próxima generación, estamos trabajando en la cantera para preparar a un Casillas que pueda estar 15 años al máximo nivel.
¿Quiénes han sido sus tres porteros referente, ídolos, espejos en los que mirarse?
Cuando era pequeñito, Paco Buyo, que en su momento fue el mejor de España, el que más potencia tenía. Luego, por generación, Casillas, con quien compartí un año de entrenamientos y partidos. Sin ninguna duda, por mucho que la gente diga, nadie puede dudar que ha sido el portero más determinante de la historia de España. Ahora no nos acordamos, pero hubo épocas en que Casillas ganaba ligas... Así de claro.
Ahora no nos acordamos, pero hubo épocas en que Casillas ganaba ligas... Así de claro
O el penalti parado a Cardozo en el Mundial 2010...
Muchas cosas... Si Casillas fuera estadounidense, podría ser presidente del Gobierno, podría estar en la Casa Blanca. El trato a los ídolos es muy diferente que en España. Ojalá me confunda, pero espero que no pase con Nadal. Aquí cualquier jugador que haya destacado a nivel de selecciones o Juegos Olímpicos tiene un respeto asombroso. Independientemente de su vida privada o lo que pase fuera del campo.
El tercer portero que me impresionó cuando apareció fue Neuer. Fue el que rompió el molde: tenemos a 11 jugadores, no diez y un portero.
Ha creado escuela...
Desde luego... A veces arriesga demasiado, también porque la liga alemana a veces te lo permite y no penaliza tanto, pero ha representado el cambio generacional.
¿Hay alguna características de las muchas que definen a un buen portero que para usted sea la fundamental?
Sí... Creo que el saber llevar con naturalidad el error. Es absolutamente fundamental, porque has de convivir con ello. Yo a mis porteros se lo digo muchas veces que la posición de los centros y el ‘timing’ para coger el balón en el punto más alto posible es clave, que no se relajen, etc. Y a pesar de eso hay veces que fallan y reciben un gol. Si a los diez minutos tienes una jugada y estás indeciso, malo. Cuando cometen un error les mando un vídeo con un fallo de Buffon, de algún grande. El portero que no sabe cometer un error y convivir con naturalidad con él no está preparado para la competición. Se te exige que después del error estés a tope mentalmente, físicamente y de concentración. ¿Cuántas veces interviene un portero a lo largo de un partido? La concentración y la atención son fundamentales.