Andrea Belotti: de ahuyentar gallos en un corral a delantero de la selección italiana
El ariete del Torino es el ‘Pichichi’ de la Serie A con 22 goles y se ha convertido en la principal amenaza de la ‘Azzurra’. Creció en un pueblo y pasó su niñez jugando en la granja de su tía.
24 marzo, 2017 01:45Noticias relacionadas
“Marcar goles es como hacer el amor: todo el mundo sabe cómo hacerlo, pero ninguno como yo”, confesaba siempre Alfredo Di Stefano. Y, probablemente, la Saeta llevara razón -al menos, en cuanto a la primera parte de su frase-. Durante mucho tiempo -y sin despreciar la eternidad-, sus goles fueron únicos. Eso, a estas alturas, y con la videoteca en la mano, es indudable.Sin embargo, los días siguen premiando al respetable con nuevos jóvenes que tratan de seguir sus pasos. Sin saber si llegarán al mismo lugar, pero con talento como para marcar una nueva época. El último de ellos, Andrea Belotti, que, a sus 23 años, ya es el máximo artillero de la Serie A (22 goles) y la principal amenaza de la selección italiana, que lo bendice y lo acoge como su nuevo y, sobre todo, futuro mesías de cara a esta fase de clasificación para el Mundial de Rusia.
Hace 22 años, cuando el crío nació, nadie hubiera apostado por él. “¡Es imposible!”, gritarían desde Roma, Nápoles o Milán. ¿La razón? El pequeño Andrea, natural de Calcinate (Bergamo, Italia, 1993) empezó a dar sus primeros pasos en un lugar casi inhóspito, una ciudad de algo más de 5.000 habitantes donde es complicado que alguien llegue para ver a los chavales. Pero con él fue diferente. Se crió, como los grandes delanteros italianos, en la calle. Aprendió lo que era jugar en las plazas, caer sobre el cemento de las mismas y acudir a casa con las rodillas ensangrentadas. ¡Y qué más da! Él lo hacía por diversión y sin que importaran las consecuencias.
Belotti, en realidad, nunca pensó en ser profesional. Él se lo pasaba bien, se divertía y echaba el rato. Así lo ha contado en más de una ocasión Juri Gallo, su mejor amigo, y el responsable de que celebre sus goles haciendo como si fuera -valga la redundancia- un 'gallo'. Él comprobó de primera mano cómo el pequeño Andrea no sólo se convertía en un delantero de alto nivel, sino también como ahuyentaba a los pollos del corral de su tía, su otra gran destreza. El chaval, en definitiva, parecía tener talento para todo. Incluso, como buen italiano, para las chicas. Eso, dicen, es innegable. Aunque, obviamente, lo suyo es el fútbol. O, al menos, así lo ha demostrado desde que comenzara a jugar en serio.
El bueno de Andrea inició su carrera en el pueblo y siguió hasta llegar a una gran ciudad. Sus dos primeros clubes fueron el Gorlago y el Grumellense, equipos menores en los que empezó a crecer. Hasta que dio el salto al AlbinoLeffe, donde hizo 14 dianas en 16 partidos. Es decir, casi un gol cada 90 minutos. De ahí que el Palermo llamara a su puerta y él siguiera progresando. Sin dar pasos de gigante, poco a poco (marcó 16 tantos en 64 choques en su nuevo equipo), pero creciendo y aprendiendo de Dybala, jugador al que sustituyó en su debut en la Serie A.
EL ‘GALLO’ EMPIEZA A CANTAR
El Palermo, en cambio, no se dio cuenta del delantero que tenía entre manos. Sin embargo, sí lo hizo el Torino, que pagó nueve millones de euros -el fichaje más caro de la entidad- para hacerse con sus servicios. Y Andrea, tras el mencionado desembolso, no pudo hacer otra cosa que contentar a su nuevo club. Llegó a Turín y, aunque le costó adaptarse, acabó su primera temporada con 12 goles. ¿Suficiente? No del todo. O, al menos, así lo reconoció el propio jugador, que quería más. Y dicho y hecho. Este curso lleva 24 tantos (22 en la Serie A) en 29 encuentros. ¡Una barbaridad!
Así, Belotti, por sorpresa, se ha convertido en su segunda temporada con el Torino en el ‘Pichichi’ de la Serie A (22) mirando por el retrovisor a delanteros más experimentados y, a priori, mejores que él: Dzeko (21), Mertens (20), Icardi (20) e Higuaín (19). Eso en Italia. En Europa está por encima de Lukaku -máximo artillero de la Premier League (21)- y tan solo por detrás de Messi (25 en Liga) y Aubemayang -suma 23 en Alemania-. Es decir, a día de hoy es uno de los candidatos a luchar por la Bota de Oro a final de temporada y, también, uno de los jugadores más codiciados del mercado: tiene una cláusula de 100 millones de euros para equipos extranjeros y roza los 150 para los italianos.
Todo eso le ha valido para ser convocado por la selección italiana. Ventura, que ya lo tuvo a sus órdenes en el Torino, lo ha incluido en la lista para jugar contra Albania este viernes. Y con razón: en la anterior convocatoria ya marcó contra Macedonia y le dio el gol a Éder contra España. Y, esta vez, llega con ganas de igualar como mínimo lo hecho en su primera convocatoria. ¿Cómo? De cualquier manera: de cabeza, llegando desde atrás o dentro del área, como un verdadero ‘killer’. A sus 23 años, ha demostrado dominar todos los registros. Incluso, las celebraciones: siempre haciendo el ‘gallo’. Porque los orígenes, al fin y al cabo, no los olvida. Al menos, de momento. Ya veremos cuando lo fichen por 100 millones...