El olfato de gol se tiene o no se tiene y quien lo desarrolla... Da igual la edad, que cambies de equipo, de liga o de continente. Pregunten a David Villa, que sigue haciendo las delicias de los aficionados del New York City. Su última obra de arte, un golazo desde 40 metros en el descuento ante el Philadelphia Union para cerrar el encuentro (2-0) y llamar una vez más a las puertas de la selección.
Había que salir de la presión de los minutos finales con el 1-0 en el marcador. Un mal saque de banda del contrario, un patadón hacia delante y El Guaje a la carrera. Se hizo con el control del balón entre los dos cierres. Un toque. Levantó la cabeza, vio al portero adelantado y... Segundo toque. Golazo entre el larguero y los dedos del portero que nada pudo hacer.
De todas formas no es la primera vez que el delantero asturiano intenta marcar casi desde el círculo central, ni tampoco la primera vez que prueba fortuna ante el Philadelphia Union. De hecho, la pasada temporada también lo intentó y su balón se fue por poco por encima del travesaño.
En cualquier caso, esta jugada es marca de la casa y Villa incluye en su repertorio desde siempre. Para el recuerdo quedará el golazo de idéntica factura que le coló al Deportivo de La Coruña como jugador del Valencia allá por el año 2006.
Jugadas como esa la valieron un puesto fijo en la selección española, un lugar al que Iker Casillas opina que debe volver y le recuerda a Julen Lopetegui que le eche un ojo a sus vídeos y se lo piense dos veces. Quizás ya no sea el momento, pues con Diego Costa, Aritz Aduriz, Iago Aspas y Álvaro Morata como delanteros puros el puesto esté más que cubierto, o quizás sea el momento de que El Guaje vuelva, puesto que ya ha demostrado que le quedan un par de trucos en la manga.