Si la temporada está dejando muchas sorpresas en España, con Simeone señalado ante los malos resultados del Atlético de Madrid, Inglaterra no está exenta de luces y sombras. Mientras el Liverpool cabalga con firmeza como uno de los equipos más fiables de Europa, el Manchester City de Pep Guardiola vive su peor temporada de los últimos años.
El técnico catalán no empezó el curso con buen pie, pero seis meses después no ha conseguido revertir la situación. Una dinámica que se complica con el paso de los meses, ya que después de haber tirado la Premier League, ahora afronta la fase final de la Champions con muchas dudas.
Si hasta diciembre todo era un mar de incertidumbre, con derrotas importantes ante Liverpool y Manchester United, a finales de año el equipo encadenó una buena racha de resultados que se prolongó hasta las últimas semanas de enero (nueve victorias en 10 partidos).
El año pasado, a estas alturas de Premier (jornada 26ª), el Manchester City de Guardiola era también segundo por detrás del Liverpool. Sin embargo, solo les separaban tres puntos en la clasificación.
Mal en los grandes partidos
Todo ha vuelto a su dinámica habitual en las últimas semanas. El City ya mostró sus carencias en el derbi de Manchester de finales de enero, con una derrota por la mínima ante el United en el Etihad Stadium.
El último varapalo hacia la entidad llegó tras la derrota ante el Tottenham de José Mourinho. El técnico portugués se impuso en su reencuentro en los banquillos con Guardiola. Un 2-0 que no hacía más que reafirmar las carencias que tiene actualmente el City.
Si antes dominaba, ahora hace aguas. En los partidos más importantes disputados en este 2020 el equipo no dio la talla. Todo ello a pocas semanas de afrontar la fase decisiva de la Champions, donde deben ofrecer su mejor versión.
Sin dominio
Los problemas se le han acumulado al técnico catalán a lo largo de la temporada y el Manchester City ha perdido el poderío que imponía en los partidos en antaño. Ya no es un equipo dominador con el balón y que funciona como un reloj suizo a la hora de hilvanar juego ofensivo. Incluso en algunos partidos ha llegado a perder la posesión ante sus rivales, ejemplo de ello fue el Wolverhampton en diciembre, que marcó un antes y un después.
Desde hace varios meses Guardiola se ha rendido ante el dominio del Liverpool en Inglaterra, dejando a un lado sus aspiraciones por revalidar el título de liga y centrándose en defender la segunda posición del campeonato. Una situación nueva para el catalán.
De hecho, actualmente el Manchester City está 22 puntos del Liverpool y solo a dos del Leicester. La proximidad con los 'Foxes', que son la revelación en la Premier con permiso del Sheffield United, hace que el técnico deba estar más pendiente de no caer más en la clasificación y acelerar su fracaso deportivo con el gigante inglés.
Independentismo, fiestas y dudas
Por si fuera poco, durante la temporada no han dejado de salpicar algunos asuntos extradeportivos al propio club. Si en octubre la actualidad estaba copada por el activismo político de Guardiola y su sentimiento independentista, sobre todo tras la sentencia del Tribunal Supremo en el juicio del procés, en este 2020 salió a la luz una fiesta de los jugadores del Manchester City con 22 modelos italianas.
La prensa inglesa llegó a apuntar que la celebración contaba con el visto bueno de Pep Guardiola, algo que luego se confirmó. "Yo lo sabía. Cuando tienen tiempo libre cenan juntos, ya sea con el staff o solos. Lo hacen a menudo. Y eso me gusta. Cuando se juntan fuera de aquí, a veces en casa, o en algún restaurante como ha sido el caso", señaló el técnico catalán con naturalidad sobre la fiesta de miembros de su plantilla.
The Sun ya especuló a finales de 2019 con la posible llegada de Mauricio Pochettino al banquillo del Manchester City, si finalmente Guardiola terminaba abandonando el Etihad Stadium. Sin embargo, Telegraph llegó a asegurar en las últimas semanas que las intenciones del técnico son continuar en el equipo hasta que finalice su contrato en 2021.
Eso sí, para seguir, Guardiola deberá sentir que cuenta con el apoyo de la cúpula del Manchester City y de sus jugadores. Su modelo de juego es innegociable y el técnico no cambiará ni un ápice sus ideas.
La Champions, la última bala
El de Sampedor sabe que todavía no tiene toda la temporada perdida. Y es que aún podrá disparar una última bala en Champions League, aunque para ello primero deberá superar un hueso duro de roer como es el Real Madrid.
El enfrentamiento con los blancos no llega en buen momento para Guardiola, ya que el Manchester City tiene bajas destacadas en la plantilla, como la de Sterling. El atacante inglés está lesionado y tiene complicado llegar a la ida del 26 de febrero en el Santiago Bernabéu.
Parecida situación vive Sané. El alemán se lesionó en agosto del ligamento cruzado y se ha perdido lo que va de temporada, pero ya ha vuelto a entrenar. Sin embargo, Pep confirmó públicamente que no cree que esté disponible hasta el próximo parón de selecciones (finales de marzo).
Ante este escenario, Guardiola deberá sacar a relucir sus mejores dotes para gestionar los recursos que tiene en el equipo. Y es que tendrá que hacer frente, para estar en cuartos de final, a un Real Madrid que actualmente es el equipo más solvente defensivamente de las cinco grandes ligas europeas.
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