Transcurría con normalidad el partido ente el Unión Berlin y Wolfsburgo en el Stadion An der Alten Försterei de la capital alemana, correspondiente a la 24ª jornada de la Bundesliga, cuando, a punto de llegarse al descanso, un grupo de aficionados sacó pancartas contra el magnate Dietmar Hopp, como ya ocurriera el pasado sábado en el partido entre el Hoffenheim y el Bayern Múnich.
Ante esta situación, los jugadores del Berlín se dirigieron a la grada para tratar de solucionar el conflicto a través del diálogo con sus aficionados. Tras esto, los futbolistas de ambos equipos se dirigieron al túnel de vestuarios, paralizando el partido, que no volvió a reanudarse hasta que los hinchas del club local retiraron las pancartas ofensivas.
No es la primera vez que un episodio como este tiene lugar en la liga alemana. Sin ir más lejos, el pasado sábado en el duelo que tuvo lugar en el Rhein-Neckar-Arena entre el Hoffenheim y el Bayern también tuvo que ser interrumpido durante, aproximadamente, veinte minutos cuando los ultras del club bávaro desplegaron carteles ofensivos contra el dueño del equipo local, Dietmar Hopp.
Ante esta situación, en el minuto 78 de partido y con un 0-6 en el marcador, el colegiado alemán, Christian Dingert, decidió suspender el encuentro durante cinco minutos. Tras su reanudación, los jugadores de ambos equipos acordaron mostrar su disconformidad ante la actitud de algunos aficionados del Bayern de modo que, durante los últimos 13 minutos de partido, se pasaron el balón entre ellos.
Fiebre anti-Hopp
Durante los últimos días se están sucediendo una serie de episodios en contra del magnate del Hoffenheim. Algunos aficionados al fútbol en Alemania acusan al magnate de adulterar la competición y acabar, así, con el equilibrio entre los clubes tradicionales.
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