Maurizio Sarri ya ha llamado a todos sus jugadores en el extranjero para que regresen a Turín de cara a pasar los 14 días de cuarentena por el Covid-19 antes de poder volver a los entrenamientos. La Juventus y el resto de los equipos de Italia tienen ya la autorización para regresar al trabajo, pero las cebras tienen a muchos de los miembros de su plantilla lejos de las fronteras transalpinas.
Ese es el caso de Cristiano Ronaldo. El portugués ha pasado el confinamiento en la isla de Madeira, en su Funchal natal. Allí ha cuidado de su madre, víctima reciente de un ictus del que se sigue recuperando. La estrella de la Juventus ya está buscando la forma de regresar a Italia, pero tiene un gran problema que solucionar con respecto a su avión privado.
Su Gulfstream G650, valorado en más de 35 millones de euros, está en Madrid y, después de tratar de moverlo en varias ocasiones durante esta cuarentena, aún no ha conseguido recibir una autorización para poder superar las restricciones aéreas impuestas en el país español, según informa la televisión portuguesa TVI.
En Italia explican que este avión ya estaría en Madeira, concretamente en la pista del aeropuerto que lleva el mismo nombre de Cristiano. De hecho, fijan su vuelta durante este lunes. Este regreso ya se había retrasado después de que cerca de Funchal se registrase un importante brote de infección de coronavirus y el Gobierno local puso un cerco sobre los alrededores de la capital de la isla atlántica.
La información desde Portugal explica que el avión ha intentado despegar hasta en tres ocasiones. El hecho de que tenga que pasar 14 días en cuarentena a su llegada a Turín supone un problema ya que Sarri tendrá que regresar a los entrenamientos sin el luso. Cristiano irá pasando las fases del protocolo que ha elaborado Italia de forma más lenta que el resto de sus compañeros.
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