Nicklas Bendtner es un jugador de esos que llaman peculiares. Nunca llegó a ser el gran delantero que parecía que iba a ser, pero aun así consiguió jugar en algunos de los equipos más grandes de Europa como la Juventus o el Arsenal. Considerado por muchos como una eterna y por otros como un delantero que no pasó de segunda fila, su carrera está repleta de momentos curiosos que revela de vez en cuando.
Como capítulos de sus memorias o como pequeñas dosis de una vacuna que cura contra el desconocimiento de los vestuarios, Bendtner narra sus batallas sin importarle quien aparece en ellas, incluso aunque sean jugadores de talla mundial que aun se encuentren en activo, tal y como ha pasado en su última revelación.
El danés ha querido contar cómo vivía el primer equipo de la Juventus de la temporada 2012/2013, conjunto que se proclamó campeón en Italia de la Serie A y de la Supercopa. Sin embargo, cuando el ariete llegó, se vio abrumado por las costumbres y los vicios de algunos compañeros de gran nombre. No obstante, rápidamente se sintió acogido y como uno más, por lo que ahora no ha dudado en transmitir esas vivencias.
Una de las que más revuelo ha generado han sido los vicios que encontró en aquel entrañable vestuario repleto de estrellas, especialmente en un día en el que no encontraba al resto de sus compañeros: "No podía encontrar a los compañeros y estaban todos en el baño hablando disfrutando del café y la compañía y fumando. Fue algo increíble y me hizo sentir que lo iba a disfrutar porque me subí al tren bastante rápido".
Bendtner asegura que de primeras le sorprendió, pero que siempre miraba el palmarés y el historial de los jugadores que formaban aquel equipo y que, después de haber ganado tanto, era imposible decir nada de ellos o pensar mal solo por el hecho de que hicieran algunas cosas que no están bien vistas en el fútbol.
"Qué puedes decir de ellos si miras sus carreras y lo profesionales que han sido. Fue realmente sorprendente con ellos porque su compromiso y compañerismo estaban en otro nivel y nadie podría nunca imaginárselo".
Además, Bendtner comparó esa situación con una muy parecida a la que vivió en Inglaterra, pero que finalmente no terminó de igual forma: "Es gracioso porque recuerdo cuando Mario Balotelli vino a Inglaterra y todo el mundo estaba hablando en los medios que fumaba y se creó una historia enorme... en todos los clubes que he jugado ha habido compañeros que fumaban, era mucho más normal en Italia sin embargo".
Las fiestas danesas
Sin embargo, las confesiones más sorprendentes de Nicklas Bendtner no tienen nada que ver con la Juventus o con su paso por Inglaterra, sino que se forjaron en sus años en la selección danesa, algo que recuerda con nostalgia, pero también con cierta sorna porque en muchas ocasiones la situación se les iba de las manos.
Así pasaban las concentraciones en los parones internacionales: "Las habitaciones estaban en una punta del hotel y hacíamos que unas chicas trajeran provisiones y reservaran cuartos en la otra. Cuando el seleccionador Morten Olsen se iba a dormir, nos movemos con sigilo y vamos allá. Es una tradición que ha existido durante mucho tiempo".
Incluso, hasta el momento de su debut en el combinado nacional, con tan solo 18 años, vivió unos días de excesos previos que casi acaban con él: "Estaba tan fuera de mí que me cagué en los pantalones y vomité por todos lados. No recuerdo nada del primer entrenamiento, pero estaba inconsciente y me llevaron a casa en una carretilla".
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