El racismo sigue estando presente en el fútbol mundial y una buena muestra de ello es la increíble guerra que se ha ocasionado entre la República Checa y la UEFA a causa de una sanción. Es la penalización que se le ha impuesto al futbolista Ondrej Kúdela después de que se considerara que había realizado insultos racistas contra el jugador Glen Kamara.
Todo ocurrió el pasado 18 de marzo en un partido de los octavos de final de la Europa League que disputaban el Slavia de Praga y el Glasgow Rangers. En dicho encuentro, Ondrej Kúdela lanzó varios insultos graves contra Kamara y este respondió agrediéndole, lo que originó un momento de alta tensión en el choque y una importante tangana entre ambos equipos.
De esta forma, la UEFA decidió entrar de lleno en el caso para administrar las sanciones contra los dos jugadores, a Kamara por su agresión y a Kúdela por su reprobable conducta racista y la cual se considera como detonante del tumulto. Sin embargo, la decisión que ha tomado la UEFA ha provocado la ira de la República Checa y en especial de las autoridades de Praga, que consideran un atropello la diferencia de criterios establecidas entre la violencia física y lo que ellos no consideran ni violencia verbal.
La UEFA ha decidido sancionar a Kamara con 3 partidos sin jugar mientras que Kúdela deberá estar un total de 10 encuentros fuera de los terrenos de juego. Las autoridades checas han considerado desproporcionado el castigo para el jugador del Slavia y han decidido criticar duramente la decisión del máximo estamento europeo del fútbol.
La indignación checa
Jiri Ovcacek, portavoz de la presidencia checa, asegura que hay "una evidente falta de proporcionalidad que no tiene sentido en un ambiente normal de libertad". Sí, Ovcacek compara los insultos racistas que habría dicho Kúdela con la libertad de expresión. Además, acusa a UEFA de crear "el ascenso de un nuevo totalitarismo, para el que la palabra es un crimen. Por hablar 10 partidos, por violencia 3 partidos".
Sin embargo, Ovcacek y su partido no están solos, ya que han recibido el apoyo de la tercera fuerza del parlamento checo y que controla el ayuntamiento de Praga: "Puñetazos al rival: 3 partidos. Un supuesto insulto racista: 10 partidos. Alguien en la UEFA debería darse cuenta del error. Gracias a estas decisiones triunfan en Europa las formaciones pardas y populistas-radicales". Así se expresaba Mikulas Ferjencík, vicepresidente del Partido Pirata.
Por último, Kúdela y el Slavia de Praga han recibido también el respaldo y el apoyo de exministro de Defensa Alexander Vondra quien considera la sanción como una auténtica locura y un atropello contra el jugador. Se muestra en total desacuerdo con la decisión del Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA asegurando que Kúdela ha sido "condenado sin pruebas". Califica este castigo como una decisión propia de "majaretas", algo que no le sorprende viniendo de Europa Occidental. De momento, la UEFA se mantiene inflexible y cree haber actuado en consecuencia a la gravedad de los hechos que se produjeron en el encuentro de octavos de final de la Europa League.
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