Los árbitros son muchas veces los protagonistas silenciosos de aquello que pasa en el deporte. Casi nunca hablan con el exterior y su opinión queda guardada en un cajón que rara vez se abre. Pero para bien o para mal, suelen ser actores principales como lo son los deportistas, especialmente en deportes como el fútbol. Y así lo confirma el colegiado de la Premier League y de la Champions Mark Clattenburg.
Enérgico y conocido en toda Europa, Clattenburg repasa algunos de los episodios más importantes de su carrera en su autobiografía, Whistle Blower. Sin duda, el momento más tenso de todos fue cuando recibió acusaciones de racismo por parte del Chelsea por haber llamado supuestamente "idiota español" a Juan Mata y por haberle dicho a John Obi Mikel "cállate, mono".
Todo ocurrió en el año 2012 tras un Chelsea - Manchester United en el que tuvo una discutible actuación. Expulsó de forma rigurosa a Ivanovic y Fernando Torres y no vio un claro fuera de juego en el gol de la victoria de los red devils. Estos fallos provocaron la ira del centrocampista Obi Mikel.
"¿Qué diablos está pasando ahí fuera? Antes de llegar a la puerta, se abre con algo de fuerza. Salto hacia atrás instintivamente. Entonces, John Obi Mikel irrumpe. Puedo ver la rabia en sus ojos. El entrenador del Chelsea, Roberto Di Matteo, y el preparador Eddie Newton, lo están frenando. Mikel está fuera de control, está tratando de agarrarme. ¡Te voy a romper las piernas! me grita. Un tipo de seguridad está lidiando con Mikel, alejándolo. Eso no es fácil, Mikel es fuerte. Me he puesto las botas, me estoy resbalando por todos lados. Soy empujado hacia unos asientos. Solo trato de defenderme. Todavía está empeñado en hacerme daño. ¡Sácalo de aquí! Mikel finalmente es arrastrado de regreso al pasillo. ¿Qué carajo acaba de pasar?".
Finalmente, entre varias personas consiguieron detener al mediocampista y minutos después el entrenador del Chelsea regresa al vestuario de Clattenburg para ver cómo se encuentra: "Di Matteo finalmente regresó a mi vestuario. Como yo, estaba temblando. Me dio la impresión de que el Chelsea estaba preocupado por lo que iba a incluir en mi informe".
Tras aquel incidente, Mark abandonó Stamford Bridge y ya estando en el aeropuerto, lo llegó la noticia de que el Chelsea le había acusado de insultos racistas contra Mikel y Juan Mata. En ese momento el mundo se le viene encima: "Esto me puede arruinar la vida".
"Durante esas primeras horas de la noche del domingo del partido, me di cuenta del poder de los clubes de fútbol, el control que tienen sobre los medios y su influencia en la opinión pública, impulsada por la lealtad ciega de su base de fans. Fue espantoso. Fueron los campeones de Europa contra un árbitro, ¿a quién creerías?".
"Estoy atrapado. Prisionero en mi propia casa. Un prisionero en mi propia cabeza. No se me permite hablar. No puedo decirle al mundo que soy inocente. No puedo dormir. Leo los periódicos, veo las noticias de la televisión, reviso las redes sociales. No es sano, pero necesito saber lo que se dice, necesito tratar de darle sentido a esto".
"Si me atrevo a mirar por la ventana, los fotógrafos y periodistas están ahí, esperando. Luego se esconden, como francotiradores, por todas partes, todos queriendo la primera foto. Ha habido muchas lágrimas. Esto podría arruinar mi carrera. Podría arruinar mi vida. El miedo es peor que ir a la cárcel. Me llaman racista. Esa es una verdadera sentencia de por vida, no vuelves de eso".
Una resolución positiva
Tras aquella pesadilla, Clattenburg encontró el resguardo del equipo rival, el Manchester United, y de Sir Alex Ferguson, quien le muestra su apoyo: "Mark, he hablado con mis jugadores y no te han escuchado decir lo que alega el Chelsea. No creemos que lo dijiste. Creo en la justicia, así que los apoyaremos'".
La Federación Inglesa, pasados 25 días del altercado tras el encuentro, desestimó el caso. Obi Mikel sí fue sancionado con tres partidos por los incidentes en los vestuarios. Sin embargo, el club y el jugador nunca se pudueron disculpas y Mark sostiene que aquello fue provocado para que la sanción que les pudiera caer fuera menor.
Además de estos incidentes con el Chelsea, Mark Clattenburg recuerda varios encontronazos con Jurgen Klopp y uno muy particular con José Mourinho. Después de un empate entre el Stoke City y el Manchester United en 2017, 'Mou' entró a su vestuario y le recriminó un penalti no pitada a favor de su equipo. Clattenburg en ese momento explotó y le lanzó su bota lo que dejó en shock al luso. Más tarde, revisó la acción y se dio cuenta de que había hecho bien en no pitar penalti: "Me fui a la cama esa noche y supe que había tenido suficiente, ya no me podían molestar idiotas como esos".
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