El fútbol es un deporte que está acostumbrado a mover enormes cantidades de dinero. De ello se encargan los grandes organismos que lo rigen. Al frente de todos ellos se encuentra la FIFA, presidida por Gianni Infantino y que, entre otras muchísimas competencias, se encarga de introducir las nuevas normas en el reglamento o de organizar las Copas del Mundo que cada cuatro años paralizan el planeta.
Sin embargo, la mayor crítica que reciben siempre este tipo de organizaciones, en primer lugar la FIFA y siempre seguida de la UEFA, es que no tienen en cuenta a los jugadores. En líneas generales, no tienen en cuenta a los equipos, que son quienes sostienen todo el chiringuito creado en torno a la pelota con su dinero y con los ingresos que estos generan.
Son los clubes los que poseen a los jugadores y a los entrenadores que luego padecen las fechorías que estos cometen con cosas tan simples como el calendario, el cual se ha ido saturando año tras año hasta lo indecible. Por ello, no es extraño ver cada semana a muchos jugadores o equipos criticando la dureza del mismo y lo extenuante que es jugar hasta tres partidos por semana con competiciones que se crean y surgen sin parar.
En los últimos años se han unido a las siempre habituales algunas como la Conference League, a nivel de clubes, o la UEFA Nations League, ambas fundadas por el estamento de Aleksander Ceferin con el beneplácito de la FIFA para seguir ingresando dinero a fuerza de obligar a los jugadores a disputar cada vez más partidos. Ante esta tiranía, los futbolistas han decidido plantarse y alzar su voz para elevar sus quejas.
Reunión tensa en Manchester
En las últimas horas, varias asociaciones de futbolistas profesionales han tenido un importante encuentro con la Federación Internacional de Fútbol Asociado para, entre otras cosas, transmitirles directamente sus quejas. Este encuentro ha tenido lugar en la ciudad de Manchester y allí han estado personajes tan importantes como Gianni Infantino.
El presidente de la FIFA ha querido recibir en persona las quejas de los futbolistas que, hartos de no ser escuchados, han decidido solicitar este encuentro con carácter urgente. Los temas más importantes a tratar han sido, principalmente, la enorme saturación del calendario que está llevando a muchas plantillas al límite y la intención de la FIFA de establecer las Copas del Mundo cada dos años.
Esto, que supondría una importante reforma de dichos calendarios, ha escandalizado a la mayoría de jugadores del mundo que ven cómo tendrían que afrontar todavía más partidos en sus teóricos periodos de descanso. El encuentro, al celebrarse en el Reino Unido, ha contado con la presencia principalmente del PFA, el sindicato de jugadores en Inglaterra.
Desde la asociación británica se ha celebrado la posibilidad de celebrar dicho encuentro para que los jugadores puedan ser escuchados y se les reconozca su voz y su voto en el fútbol. Así lo reconoce el presidente de la PFA Maheta Molango: "Esta ha sido la oportunidad para que todos los futbolistas compartan su visión de los problemas actuales en la estructura del juego y el calendario con la FIFA. Aquellos que juegan a este deporte tienen que ser parte de estas conversaciones, por lo que estos diálogos son esenciales".
En dicho encuentro también ha participado la Asociación de Futbolistas Españoles, que contó con su presidente como enviado especial. El exjugador David Aganzo ha seguido de cerca las conversaciones entre Gianni Infantino y los diferentes sindicatos y que buscan tender puentes entre las dos partes además de dar voz a las críticas de los futbolistas que muchas veces caen en saco roto.
Críticas al calendario
Uno de los puntos más calientes de este encuentro han sido las discusiones que se han generado en torno a un calendario que está poniendo a los jugadores al límite. La saturación de partidos y de competiciones que deja a todos los futbolistas sin fechas para descansar ha provocado importantes quejas dentro del sector.
Esta saturación de partidos se traduce además en lesiones y problemas de salud que, en muchas ocasiones, les origina a los jugadores problemas y enfrentamientos con sus clubes. Además de un calendario saturado también provoca que los integrantes de las plantillas tengan que viajar de un lado a otro del mundo sin parar. Una situación que les pone al límite de sus fuerzas y de su aguante físico y psicológico.
Por ello, no es extraño ver a jugadores o a entrenadores criticando este aspecto. Uno de los últimos ha sido Carlo Ancelotti que hace tan solo unos días dejaba la siguiente reflexión: "El calendario es un sinsentido, los que lo hacen deben despertar". En su propia plantilla tiene a uno de los jugadores más críticos con este aspecto, Thibaut Courtois.
El portero belga ha criticado en muchas ocasiones a FIFA y UEFA a los que acusa de mirar por el dinero y no por los jugadores. Quizás por eso, a pesar de ser el mejor portero del mundo, ha quedado excluido de los últimos premios individuales de las dos instituciones.
Para defenderles a ellos y a sus intereses han contado con el apoyo de dos futbolistas muy comprometidos con esta causa y presentes en la ciudad de Manchester. Son Juan Mata y Paul Pogba, estrellas del United y que han ejercido la figura de representación del colectivo de los jugadores de manera directa. FIFA ha tenido que escuchar las sonoras quejas de ambos en un asunto que amenaza con paralizar el universo del fútbol si no se le encuentra una solución con prontitud.
El Mundial de Infantino
El otro gran motivo de la reunión, y que ha generado la crítica de los jugadores, es la celebración de la Copa del Mundo cada dos años y no cada cuatro como ha sucedido históricamente. La intención de la FIFA es implantar esta nueva medida a partir del 2026, es decir, después de la próxima edición que se celebrará en Catar en 2022.
Gianni Infantino sueña con llevar a cabo esta medida y para ello contó en dicho encuentro con otro de los grandes impulsores de esta idea que amenaza con seguir cargando de partidos el calendario. Se trata del exentrenador Arsène Wenger, que ahora ejerce la función de director de desarrollo de la FIFA.
Entre Infantino y Wenger intercambiaron posturas y discutieron con los representantes de los jugadores sobre este asunto. Además, hicieron gala de su carácter conciliador a pesar de que la tensión reina en el ambiente: "La FIFA está escuchando a todo el mundo. Me alegra que hayamos tenido la oportunidad de haber escuchado a los futbolistas y de que hayamos podido explicar nuestra forma de pensar y cómo podemos proteger la salud de los futbolistas y la calidad del fútbol internacional".
Sin embargo, parece que por encima de esa salud y de esa calidad están el dinero y sus propios proyectos con los que quieren pasar a la historia del fútbol. Ya lo hará cuando la temporada se pare en pleno invierno para disputar el Mundial de Catar e intentarán que vuelva a ser así con ese nuevo formato de Copas del Mundo cada dos años y que no reducirá las disputas de otras competiciones como la Eurocopa o la Copa América. Al revés, motivará más a las federaciones continentales a crear nuevos torneos para seguir haciendo la competencia.
Ahora solo falta saber si esta reunión y estas discusiones sirven para conseguir avances que acerquen las dos posturas. Los jugadores ya no aguantan más esta situación. Y las instituciones por su parte no se cansan de tensar la cuerda mientras sigan sacando beneficios para sus bolsillos. Por eso a nadie le extraña que todo se termine rompiendo y saltando por los aires.
[Más información: La Super Nations League, la última locura de Ceferin para competir contra el Mundial bienal]
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