La FIFA y la UEFA han estado marcadas en los últimos años por importantes casos de corrupción que han generado muchas dudas alrededor de las dos instituciones que controlan el fútbol mundial. Muchos han sido los nombres que han quedado marcados y señalados de por vida. Incluso sobre los actuales dirigentes, Gianni Infantino y Aleksander Ceferin, también pesan algunas sospechas.
Sin embargo, quienes se encuentran ahora mismo al borde del nocaut son dos personas que ya no forman parte de las instituciones, al menos de manera oficial. Porque sí siguen teniendo un gran peso en el fútbol mundial. Sin embargo, en esta ocasión, tienen un futuro muy negro por delante y es que la corte de Suiza les reclama para sentarse en el banquillo de los acusados.
Tendrán que defender el próximo mes de junio en un juicio su inocencia, algo que ahora mismo tienen bastante complicado. Además, por la cuenta que les tiene, ya pueden buscarse una defensa sólida o incluso podrían verte entre rejas. La corte penal federal del país helvético parece no estar dispuesta a hacer concesiones respecto a las acusaciones de fraude y otros delitos que pesan sobre ellos.
Quienes formaran un tándem casi inseparable al frente de la FIFA y de la UEFA ahora también lo formarán en el banquillo de los acusados y es que sus situaciones no son muy alentadoras. Un periodo de investigación que durará once días hábiles y que llevará a la corte de Bellinzona a emitir un veredicto que podría llevar a dos leyendas a la cárcel.
Resolución siete años después
Ha habido que esperar mucho, concretamente seis años y medio, para Sepp Blatter y Michel Platini se sienten en el banquillo de los acusados para rendir cuentas por algunos de sus tejemanejes al frente del fútbol mundial. Ahora se encuentran en una situación complicada ya que tendrán casi imposible esquivar su condición de culpables.
El próximo 8 de junio comenzará el juicio que dictará lo que sucederá con las vidas de los dos exdirigentes en los próximos años. Un panel de tres jueces estudiará los casos y emitirá unas semanas después el veredicto final con la decisión que tomen, esa que podría llevar a la cárcel a los expresidentes de FIFA y UEFA.
El primero contra el que se abrieron los procedimientos fue contra Sepp Blatter, a quien se considera autor material e intelectual de estos delitos. Él fue quien autorizó los pagos recibidos por Platini y que han provocado que ambos se vean ahora en una situación tan comprometida y que seguramente ni esperaban.
A raíz de este escándalo, a Blatter se le acusó de fraude, malversación, apropiación indebida de fondos de la FIFA y falsificación de documentos. Por su parte, sobre Platini pesan las acusaciones de varios delitos similares y de ser cómplice del expresidente de la FIFA. Además, fue destituido como presidente de la UEFA y vio sus ansias de presidir la Federación Internacional completamente rotas tras recibir un veto total del fútbol mundial por su mala imagen. De momento, las dos partes han negado los hechos, pero podrían enfrentarse hasta a cinco años cárcel, la pena máxima con la que se castigan en Suiza los cargos por fraude y falsificación.
Los chanchullos de Platini y Blatter
Todo arrancó en el año 2011, hace más de una década. En ese momento, Michael Platini envió una petición por escrito a la FIFA considerando que le adeudaban una serie de pagos por sus labores como asesor presidencial durante la primera etapa de la gestión de Blatter en el máximo organismo, un periodo que iba de 1998 a 2002.
De esta manera, Michael Platini terminó recibiendo un pago de dos millones de dólares por aquellos servicios prestados. Sin embargo, en el año 2015, una investigación de los fiscales suizos provocó en el mes de septiembre de dicho año que estos movimientos de dinero aparentemente fraudulentos salieran a la luz. Con ello, en primera instancia consiguieron que Blatter dejara la presidencia de la FIFA antes de lo previsto y que el francés no llevará a buen puerto su campaña para sucederle.
Ahora, a sus 86 y 67 años respectivamente, se enfrentan a ese juicio en el que podrían salir muy mal parados. No obstante, ellos afirman que su pacto, al cual se había llegado mediante un acuerdo verbal establecido hace más de 20 años, era totalmente legal.
El quid principal de la cuestión es que en el momento en el que Blatter decidió acceder a la autorización de estos pagos, se estaba disputando la presidencia de la FIFA contra el qatarí Mohamed bin Hammam. Para dicha contienda, necesitaba el apoyo mayoritario de sus socios europeos y ahí es donde entraba el papel de Michael Platini.
"Las evidencias recabadas por la fiscalía han corroborado que este pago a Platini se realizó sin una base legal". Esto aseguraron los fiscales suizos en el momento en el que se hicieron públicas las acusaciones sobre Blatter y Platini. Por si esto fuera poco, dentro del caso también figuran otros pagos sospechosos recibidos por Platini como los que respondían al concepto de seguridad social y que se elevaban hasta los 230.000 francos suizos. Ahora, ambos tendrán que dar explicaciones socias sobre todos estos movimientos.
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