La salida de Cristiano Ronaldo del Manchester United es un hecho. El club inglés y el futbolista portugués anunciaron la rescisión de su contrato de mutuo acuerdo y "con efecto inmediato". El '7' de los red devils no volverá a ser el cinco veces Balón de Oro, cuyo futuro se conocerá tras el Mundial de Qatar.
Hay muchas preguntas que dejó en el aire la noticia de este martes. La principal es la identidad del equipo en el que continuará su carrera Cristiano. El luso, a pesar de haber bromeado con su retirada en caso de ganar el Mundial, quiere seguir jugando al fútbol a sus 37 años.
El problema es cómo se ha producido su salida del United, de una manera casi traumática que dificulta que otros grandes se interesen en él. De ahí que su única salvación pueda ser Arabia Saudí, que facilitaría su fichaje por el Newcastle inglés o le aseguraría en las filas del Al-Nassr el mayor contrato de la historia del fútbol a cambio de dejar la élite.
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La llamada de Arabia Saudí
Cristiano se lo piensa solo unos meses después de haber rechazado una gran oferta desde Arabia Saudí. El pasado verano, los 'petrodólares' llamaron a la puerta del futbolista luso con un mareante ofrecimiento que ascendía hasta los 300 millones de euros en una compleja operación que pretendía convertir a Ronaldo en el nuevo 'rey de Arabia'.
La oferta llegada desde el país asiático era por dos años y Cristiano cobraría a razón de 125 millones de euros por cada uno de esos dos cursos. Además, había un precio de traspaso de 30 millones de euros para el Manchester United y 20 más para los intermediarios de la operación. Ahora, esos 30 'kilos' podrían convertirse en más dinero para el jugador portugués y para Jorge Mendes, el agente que lidera el equipo que ha estado moviendo al ganador de 5 Champions por todo el mercado.
En toda esta marea de rumores y ofrecimientos que ha llegado desde Arabia Saudí destaca un nombre, el de Mohammed Bin Salman, heredero al trono del país. Bin Salman se encuentra al frente de PIF, el Fondo de Inversión Pública del estado árabe y que actualmente es el propietario del Newcastle. Este fondo es el encargado de llevar al estado a su mayor esplendor a través del programa Vision 2030 por el cual Arabia pretende convertirse en una de las regiones más poderosas del mundo en todos los ámbitos.
Una de las ramas de ese proyecto, el cual ha recibido recientemente una nueva inyección de capital para llegar hasta los 430.000 millones de dólares en activos, es mejorar la imagen deportiva del país y una de las decisiones que se tomó para conseguirlo fue comprar el club de las 'Urracas', al cual pretenden llevar a lo más alto de la Premier League. De momento, el proyecto se está consolidando sin haber hecho fichajes de relumbrón, sino apuntalando la plantilla con buenos jugadores como Alexander Isak, Sven Botman, Matt Targett, Nick Pope, Bruno Guimaraes, Chris Wood o Kieran Trippier.
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El equipo que dirige Eddie Howe ya es tercero en la Premier League y parece con serias opciones de acceder a la Champions League la próxima temporada, algo que el Manchester United no consiguió el curso pasado y que supuso el principio del fin de la segunda etapa de Ronaldo en Old Trafford. De momento, el Newcastle, bajo la gestión de Yasir bin Othman Al-Rumayyan, presidente del club, está demostrando hacer las cosas muy bien y sin las locuras que han protagonizado en sus inicios otros proyectos exóticos como los del Manchester City o el del PSG. Y todo bajo la supervisión de Mohammed Bin Salman y el PIF.
La entidad de St. James' Park ya se planteó el fichaje de Cristiano Ronaldo el pasado verano cuando Jorge Mendes tanteo la posibilidad de que el luso saliera del Manchester United para recalar en el Newcastle. Sin embargo, ninguna de las dos ofertas árabes convenció a 'CR7', algo que parece haber cambiado ahora.
La opción de Al-Nassr
No obstante, aunque el supuesto interés del Newcastle podría acercar a Cristiano Ronaldo la idea de continuar jugando en la élite, en una competición que conoce a la perfección como es la Premier League y con la ambición de llegar próximamente a la Champions, la opción que más fuerza ha cogido es la del Al-Nassr.
Aquí, la figura de Mohammed Bin Salman podría ser importante también, pero no definitiva. PIF no tiene vinculación con este nuevo club, pero sí la tiene otro fondo de inversión pública de Arabia Saudí, Quiddiya. Y la persona que se encuentra al frente de este proyecto vuelve a ser el príncipe heredero saudí.
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Quiddiya se convirtió a principios de este año en uno de los partners estratégicos del Al-Nassr, club propiedad del príncipe Faisal Bin Turki, una persona decidida a impulsar el deporte y el fútbol árabe para que consiga hitos tan importantes como el realizado en su debut en el Mundial ante Argentina. Y qué mejor estimulante e impulso que la llegada de un jugador del nivel de Cristiano Ronaldo a su liga. Al portugués le podrían convencer no solo de ser la nueva estrella, sino de ser algo así como un pionero en una competición por promocionar.
De esta forma, Mohammed Bin Salman podría tener dos balas en la recámara para atraer al luso hasta sus dominios. O incluso, utilizar ambas en un plan a largo plazo. Fichar a Cristiano Ronaldo para el Newcastle a través de PIF para después garantizarle un retiro dorado en el Al-Nassr a través de Quiddiya. En este segundo caso, entraría en juego con un papel trascendental también la figura de Abdullah bin Nasser Aldawood, director general del grupo. Solo a través de dos fondos de inversión de esta magnitud se consigue convencer a una estrella de esta dimensión.
Ahora, Ronaldo tiene que tomar una decisión, aunque poco tiempo tiene de meditarlo ya que el luso se encuentra a pocas horas de su debut en el Mundial con Portugal. Hace unos días deslizó que si conseguía ganar la Copa del Mundo de la mano de Fernando Santos, podría incluso retirarse, aunque esa opción no parece entrar realmente en sus planes. En su mente da la vueltas la opción de Arabia Saudí, un país muy criticado por su falta de democracia y por su casi inexistente respeto a los Derechos Humanos. Por ello, Cristiano tendría que valorar si esta es la mejor elección para su imagen personal o si realmente no le queda otro camino en el ocaso de su carrera.