Oleksy, el amputado convertido en imagen de la FIFA: de salvar la vida de milagro a hacer historia
El polaco, nominado al Premio Puskas, se ha convertido en una estrella del fútbol para personas con alguna amputación y es el primero con esta condición que opta a un premio de la FIFA.
12 febrero, 2023 02:15La FIFA ha dado conocer en los últimos días cuáles son los nominados finales a los Premios The Best que se entregarán el próximo 27 de febrero en una gran gala que se celebrará en París. La noche grande del máximo organismo del fútbol mundial contará con la presencia de estrellas como Benzema, Messi, Mbappé, Ancelotti, Guardiola, Alexia Putellas, Alex Morgan o Richarlison.
Sin embargo, por encima de todos ellos destacará la presencia de un futbolista que ya ha hecho historia con su nominación y que se ha convertido en nueva imagen de integración de la FIFA. Se trata de Marcin Oleksy, futbolista amputado de la selección de Polonia que ha sido nominado al Premio Puskas. Y lo hace después de haber conseguido un gol antológico.
Una volea descomunal desde fuera del área que Marcin enganchó por encima de la altura de su cabeza y que envió al fondo de las mallas con un gesto técnico increíble, más propio de una película de ciencia ficción que de la realidad. La FIFA vio en este gol el mayor y mejor gesto de integración y de visibilidad para el fútbol para amputados. Sin embargo, no solo por eso su tanto merece estar entre los mejores del año, ya que la factura de su ejecución es casi inigualable.
[Benzema, Messi y Mbappé, los nominados al Premio The Best al mejor jugador de la temporada]
Oleksy se ha convertido en un ejemplo para muchos niños y para muchas personas que a pesar de haber tenido un grave problema de salud, en su caso fue un accidente, siguen teniendo cabida en el mundo del deporte y en la más absoluta élite. Marcin tendrá la oportunidad de sentarse junto a sus ídolos además de ser el gran favorito a recoger el galardón que premia al mejor gol de la temporada y que comparte nombre con una leyenda como Ferenc Puskas.
Una historia de superación
Marcin Oleksy ha sido siempre un gran amante del fútbol. Lo ha practicado desde que era un niño, aunque siempre tuvo lejos el sueño de convertirse en una estrella. Sin embargo, un lamentable suceso mientras trabajaba le cambió la vida. El jugador de fútbol para amputados polaco se dedicaba a las obras viales. Y ahí encontró el suceso que le cambió la vida.
Un vehículo perdió el control, chocó contra una máquina y esta cayó sobre sus piernas. El golpe fue tan fuerte que Marcin pensó que iba a morir en aquel instante. Tenía solo 23 años y aunque había dedicado siempre parte de su vida al fútbol, pensaba que en aquel momento había terminado todo. No solo el deporte. Tuvo que ser atendido de máxima urgencia en el lugar de los hechos y en los momentos en los que recuperaba la consciencia, entre sombras, veía cómo sus extremidades habían quedado destrozadas.
"En ese momento no sentí dolor. Simplemente tuve miedo, pensando si viviría o moriría", declaró a la FIFA. Marcin fue operado poco después y se confirmó la tragedia. Había perdido su pierna izquierda y su vida cambiaba por completo fruto de la mala suerte y de un despite ajeno lógicamente a su voluntad: "Después de la operación es cuando vi lo que había pasado: una de mis piernas había desaparecido".
A pesar de lo duro de la situación, Marcin Oleksy intentó mantener una actitud positiva y recuerda cómo le hacía bromas a sus familiares y amigos para intentar levantarles el ánimo a pesar de que seguía todavía postrado en la cama del hospital. "No me sentí triste por ello. Quizás porque, justo después del accidente, vi el aspecto que tenían mis piernas, por lo que de algún modo estaba preparado para ello". Tan preparado estaba que se prometió a sí mismo que desde el primer momento que pudiera levantarse de aquella cama comenzaría la cuenta atrás para volver a darle patadas a un balón.
Oleksy pasó dos años en silla de ruedas antes de poder volver a andar con ayuda de unas muletas. El accidente había sucedido el 20 de noviembre del 2010 y Marcin tardó más de nueve años en cumplir su reto: volver a jugar al fútbol a un cierto nivel. La espera para volver a la competición se alargó casi una década, pero finalmente pudo hacerlo gracias al apoyo de su familia y, en especial, de su pareja Ewelina.
[Ancelotti, Scaloni y Guardiola, los nominados a los premios The Best de FIFA a mejor entrenador]
La lucha de ambos durante esos años fue extenuante, sobre todo al principio, ya que Ewelina tuvo que ser las piernas de Marcin estando embarazada: "Yo me sentía como otro bebé. Me sentía muy mal por ello. Ella no podía tener tiempo para sí misma porque estaba cuidándome. Estoy muy agradecido por lo que hizo por mí. Gracias a ella, conseguí volver a ser yo mismo".
"La primera vez que le di una patada al balón después de mi accidente fue con mi hijo, Tomasz y eso me dio muchísima felicidad. Fue como un punto de inflexión para mí. Empecé a entrenarme de nuevo y después empecé a jugar al fútbol para amputados".
Esa decisión cambió su vida, ya que Marcin pasó de ser un aficionado con talento a ser una auténtica estrella e incluso a recibir la llamada del equipo nacional de fútbol para amputados. Ahora es uno de los líderes de la selección, una absoluta referencia y un ídolo después de la nominación que ha conseguido de manos de la FIFA.
De obrero a estrella
A pesar de que la vida de Marcin Oleksy ha cambiado por completo, otra vez, aunque ahora por algo bueno, él sigue fiel a su rutina y sin dejar que la popularidad y la fama se le suban a la cabeza. Se levanta cada día a las 5 de la mañana para ir a trabajar, ya que sigue dedicándose a la construcción. Termina en torno a las 15:00 horas y se marcha a entrenar, ya que se ejercita como mínimo tres veces a la semana con su equipo, el Warta Poznan, y también con la selección de Polonia. Y por si fuera poco, sigue siendo un padre ejemplar para sus dos hijos, Tomasz, de 12 años, y Antonina, de 5 años.
[Thibaut Courtois, gran favorito para ganar el premio The Best de la FIFA al mejor portero del año]
Marcin está viviendo un auténtico sueño ya que siempre soñó con ser una estrella. Lo que no imaginaba es que terminaría siéndolo después de haber vivido unos años tan duros como los que pasó después de su accidente. De hecho, en su infancia era portero y no goleador y se ilusionaba con ser como Iker Casillas. Después se especializó en el arte de perforar porterías y sus miras cambiaron hacia el ídolo nacional, Robert Lewandowski.
Ahora podrá compartir gala con el delantero polaco y con otras muchas estrellas, ya que intentará ganar en París el Premio Puskas al mejor gol de la temporada compitiendo contra Richarlison y contra Payet: "Estar entre los nominados en los mismos premios que Lewandowski es todo un privilegio y estoy muy orgulloso. En Polonia, mucha gente adora a Robert y lo admira. Lleva un par de años siendo embajador del fútbol polaco para amputados. Lleva apoyando nuestro fútbol mucho tiempo".
La nueva estrella polaca se ha convertido en un fenómeno de masas en las últimas temporadas. Sus hijos presumen de él en el colegio, la gente le para por la calle y le pide fotos y hasta sus compañeros y entrenadores de equipo y selección le tienen completamente abrumado por todo lo que ha conseguido y lo que está consiguiendo. Una historia que no ha pasado desapercibida para la FIFA, organismo que le ha convertido en una de sus imágenes.
Porque eso es para Marcin lo más importante de toda esta historia, poder mostrar al mundo que el fútbol para amputados existe y que ofrece un espectáculo tan bello como su golazo al Stal Rzeszow. "Espero que el mundo pueda ver que estamos haciendo lo que más nos gusta hacer. Estoy muy contento por este deporte. Siento que no fui yo solo quien metió el gol, sino que toda la familia del fútbol para amputados marcó el gol de forma conjunta".
"Después del accidente mi vida podría haber tomado una dirección totalmente distinta. Podría haber ido a mal, pero me hice más fuerte. Sé que puedo lidiar con cualquier problema. Ha sido una lección para mí y he sobrevivido a esta lección. Tal vez suene estúpido, pero soy feliz sin mi pierna y soy feliz en la vida".