La historia de James McClean es una de las más curiosas que ha dejado el fútbol. Este jugador de 33 años milita en el Wigan Athletic de la Championship, la segunda división de Inglaterra, y también ha sido internacional por Irlanda. De hecho, ha llegado a disputar hasta 98 partidos con el combinado nacional.
Sin embargo, James no es noticia ahora por ningún éxito deportivo, sino por un caso realmente llamativo. A estas alturas de su vida ha descubierto que tiene autismo. Un trastorno que se suele identificar durante la niñez como ha sido el caso de su hija, y es que James ha descubierto esta particularidad de su vida, en parte, gracias a ella.
A la pequeña Willow-Ivy se le ha diagnosticado recientemente que tiene autismo. Su padre James, tras un tiempo observándola, se dio cuenta de que tenía muchos rasgos y muchos comportamientos similares a ella a pesar de ser una persona de mucho más edad. Sin embargo, empezó a obtener respuestas a preguntas que había tenido durante toda su vida.
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Por eso, decidió encargar a un especialista una evaluación para descubrir si por algún casual él también podía ser víctima del autismo. Una circunstancia que ha podido confirmar y que ahora ha querido confesar al exterior: "Como todos saben, mi hija Willow-Ivy es autista. Veía tantos pequeños rasgos de ella en mí mismo que decidí obtener una evaluación. Ahora tengo un diagnóstico y es hora de compartirlo".
A sus 33 años, James McClean ha pasado por equipos como el Derry City, Sunderland, West Bromwich Albion, Stoke City y actualmente milita en las filas del Wigan Athletic. Además, tiene una dilatada carrera con la selección nacional. Hace muy poco tiempo, decidió someterse a unas pruebas médicas de las cuales acaba de conocer su diagnóstico. Tal y como sospechaba, tiene autismo.
El medio británico Daily Mail ha explicado cómo se ha desarrollado el proceso por el cual, James ha descubierto una nueva vida. Desde un primer momento estuvo ayudando a su hija a comprender su trastorno. Estudió y se informó mucho de cómo avanza el autismo y junto a su pareja decidió que lo mejor era someterse a una prueba. Ahora, ha publicado un mensaje a través de sus redes sociales donde ha dado a conocer la noticia.
Ahora, intenta seguir conociendo más datos sobre esta enfermedad, aprovechando que su avanzada edad le permite tener mayores capacidades que por ejemplo su hija Willow. Además, no solo tiene el aliciente de ayudarse a sí mismo, sino también de hacer la vida de la pequeña McClean lo mejor posible y educarla en el conocimiento de su trastorno.
El 'enemigo' de Inglaterra
James McClean es un jugador muy conocido dentro del fútbol británico y es que en el año 2015 fue protagonista de una polémica anécdota. Cuando militaba en las filas del West Bromwich Albion y disputando un partido de pretemporada frente al Charleston Battery, un equipo de la tercera división de Estados Unidos. Allí, decidió no girarse para mirar a la bandera de Inglaterra mientras sonaba el himno nacional antes del partido.
No era la primera vez que protagonizaba una situación como esta, ya que tres años antes, en 2012, rechazó llevar la amapola en conmemoración a los soldados ingleses muertos en la guerra. Su sentimiento republicano en defensa de Irlanda siempre le ha situado en el centro de la polémica, ya que muchos aseguran que es afín al extinguido movimiento independentista terrorista IRA.
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"Para mí, llevar la amapola es una señal de falta de respeto hacia las personas inocentes que perdieron sus vidas en TheTroubles -conflicto bélico que duró 30 años en Gran Bretaña- y en el Domingo Sangriento. En la vida, si eres un hombre, debes luchar por lo que crees".