Desastre total lo que ha sucedido en la final de la Copa de Palestina. El partido que medía a los equipos de Central Balata y de Jabal Al Mukaber fue interrumpido por la entrada por la fuerza del ejército de Israel. Las fuerzas armadas irrumpieron en el estadio lanzando gases lacrimógenos que provocaron la asfixia de aficionados y jugadores, obligando a detener el partido durante muchos minutos.
Los altercados se produjeron en la localidad de Al Ram, en la zona este de Jerusalén. Las fuerzas armadas irrumpieron en el perímetro del estadio y lanzaron estos gases dentro del recinto deportivo tal y como han informado varios medios de origen palestino, especialmente la agencia oficial de noticias Wafa.
Por momentos, se vivieron situaciones de verdadero terror, ya que varios aficionados y jugadores tuvieron que tirarse al suelo para intentar encontrar algo de aire y poder respirar. El gas lanzado por el ejército de Israel penetró incluso en los vestuarios donde estaban los jugadores durante el descanso, lo que provocó una situación de caos absoluto.
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Además, los aficionados que estaban en las zonas del graderío más cercanas de las emisiones, tuvieron que huir para poder salvar la vida y decidieron invadir el terreno de juego. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron con rapidez los servicios de emergencia de la Medina Luna Roja para atender a varias personas que se encontraban en un pésimo estado de salud. Hasta tres aficionados tuvieron que ser evacuados de urgencia a un hospital cercano.
Ante tal atropello, la Federación de Fútbol de Palestina no dudó en emitir un duro comunicado para denunciar lo que había sucedido, llegando a tildar esta intervención del ejército contrario como "un acto terrorista". Jibril Rajoub, presidente de la FFP y presente en el estadio donde se produjeron los incidentes, aseguró que el "ataque a los jugadores y al público con gas es una vergüenza para la ocupación israelí".
Por su parte, afirmó que todo se había tratado de un ataque premeditado y no de una acción militar improvisada. Además, decidió trasladar lo sucedido a la FIFA, la cual recibirá informes sobre el caos vivido en el estadio de la localidad de Al Ram. Estas mismas quejas han sido transmitidas también a la Federación Asiática de Fútbol: "Hay que poner fin a este terrorismo contra la ocupación y contra los deportes y atletas palestinos".
El partido se terminó jugando
A pesar de la gravedad de los incidentes, el partido no se suspendió, sino que fue reanudado cuando se pudo retomar la tranquilidad tras el ataque recibido. Tanto los dos equipos como la Federación decidieron de mutuo acuerdo que el fútbol sería la mejor respuesta contra los ataques armados. Finalmente, fue el Jabal Al Mukaber el conjunto que se llevó el triunfo.
Algunos jugadores, tal y como ha informado la agencia de noticias Wafa, no pudieron seguir jugando por recomendación médica debido a la gran cantidad de gases inhalados. El conflicto en la zona se mantiene activo desde el año 1967, cuando Israel ocupó Jerusalén y Cisjordania.