Cristiano encuentra a su '9' en Portugal: André Silva
Ningún atacante luso había demostrado tener el nivel necesario para acompañarle arriba en la selección campeona de Europa hasta la irrupción del joven futbolista del Oporto.
13 noviembre, 2016 02:23Noticias relacionadas
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Con aquel gol de Éder en París, Portugal entera enloqueció. El ‘9’ daba el primer título a una selección que jugaba sin su líder, Cristiano Ronaldo. Esa situación fue un espejismo en mitad de años de desierto en la delantera lusa. Pese a su victoria este pasado verano, Portugal sigue siendo un combinado muy imperfecto. Si repasamos sus últimos años, no encontramos un delantero centro de garantías o, por lo menos, ilusionante. Esta travesía en busca de un ariete parece finalizada con André Silva. Todavía no está claro hasta dónde puede llegar, pero es evidente que era una pieza que le faltaba a Portugal y que Fernando Santos sabrá sacarle provecho al joven de 21 años. De momento, lleva cuatro goles en cuatro internacionalidades, con su selección midiéndose a Letonia este domingo (20:45).
Un historial terrorífico
Portugal ha funcionado con Cristiano Ronaldo al máximo nivel acompañado de futbolistas como Pepe, Moutinho, Meireles, Coentrao, Quaresma, Nani… Muchos de ellos son talentos que se han quedado a medio camino de lo que prometían, pero que de una u otra manera fueron salvando la papeleta. En ese puzzle de nombres siempre faltó la punta de lanza.
El gol de Éder en Francia fue su cuarto tanto en 30 choques con la selección. Antes de él se intentó sobrevivir con Nelson Oliveira, quien anotó un gol en 16 partidos, y durante mucho tiempo a Portugal le bastó con Hélder Postiga, quien sí tiene un registro más reseñable: 27 goles en 71 partidos. Estaba (y está) muy barata la convocatoria con Portugal si eres delantero: la mejor temporada de Nelson Oliveira fueron nueve goles, 13 en el caso de Éder y 14 con Postiga.
Precisamente esas prisas y la poca competencia han hecho que André Silva tuviera el camino libre. Llegó, debutó y convenció a base de goles, aunque fueran contra selecciones muy inferiores como Andorra e Islas Feroe. Al menos, André Silva sí está firmando un año que merece la convocatoria, con buen juego y buenas cifras y, sobre todo, demostrando madurez en Champions.
Atendiendo al esquema usado por Fernando Santos en la Eurocopa y continuado después con un 4-4-2, podrá usar a André Silva como referencia y que Cristiano pueda moverse más. Algo similar hizo con Nani para liberar al madridista. Un experimento que funcionó, pero ahora con André Silva sí tiene un jugador capaz de ser referencia, fijar a los defensores y recibir de espaldas. Además, con instinto dentro del área, algo que sólo Cristiano mostraba en la selección.
Un ‘killer’ de área
Es atípico ver en el fútbol actual a delanteros con un cometido tan específico como el que tiene André Silva en el Oporto. Su misión es estar en el área dispuesto al remate y dominar el carril central para recibir y abrir a bandas. Ni escorarse, ni juntarse con los extremos, ni nada de eso: poco contacto con el balón fuera del área (sólo da 26 pases cada 90 minutos). Eso sí, despierto para rematar (3,4 tiros por partido).
Es un ariete más clásico. Con su envergadura protege y suelta rápido para iniciar el desmarque. En Oporto cuenta con mucho despliegue por bandas con el extremo Diogo Jota y los laterales Telles y Pereira muy profundos, así que él debe dar opción siempre a buscar el centro. Si nos paramos a apreciar desde dónde ha marcado los nueve goles que lleva en liga y fase de grupos de Champions, vemos que eso lo hace a la perfección. Si hay un balón suelto en el área, será suyo. Tiene un talento especial para leer la jugada en los metros finales.
Las prisas por encontrar un delantero para la selección portuguesa, sumadas al buen rendimiento del jugador, pueden llevarnos a precipitarnos en los juicios que hacemos, porque aún debe mejorar. Con balón no da muchas soluciones que no sean aguantar y abrir a banda –quizás demasiado marcado por el sistema de su club- y muchas veces su carácter impulsivo le lleva a perder el balón intentando carreras muy largas. Cuando arranca, es difícil parar ese físico, pero no es un gran peligro en un sprint largo. Le falta medirse más en esas acciones.
Poco a poco, le vemos entender mejor el juego de espaldas y medir los tiempos para saber cuándo apoyarse en sus compañeros o cómo generar el espacio para la llegada de la segunda línea, pero en términos generales le piden presencia de área y él cumple con creces. Esa es su base para crecer. Desde Portugal ya publican el interés del Manchester City por el atacante. Sin duda, durará poco en el fútbol portugués. Eso sí, le sacarán rentabilidad.