La última vez que España vio a Suiza se llevó el golpe más reconfortante que pudo haber. Aquella derrota en el primer partido del Mundial 2010 fue una cura de humildad para 'La Roja' y sirvió para poner los pies en la tierra. Ese resultado sirvió para curtirse y aceptar la dureza del mundo del fútbol, en el que no se gana ya por el nombre. [Narración y estadísticas: España 1-1 Suiza]
Ocho años después, con una España que recuerda a aquella de Sudáfrica y que añora viejos triunfos, Suiza volvió a demostrarle a la selección española que debe tener calma, que debe saber jugar todos los partidos y que nadie regala nada. Quizá este empate pueda venir bien, para rebajar euforia y repetir el camino del inolvidable verano de 2010. Habrá que pensar en ello.
Suiza, sin hacer un gran partido, complicó las cosas a España, que pagó un error de David de Gea, que se disfrazó de Karius y se le escapó el balón de las manos tras un disparo fácil de atrapar. Ricardo Rodríguez, de padre gallego, aprovechó ese fallo del portero del United y puso lo que entonces era el empate, que después fue final. Antes, en la primera parte, Odriozola había sido el sorprendente goleador con un disparo en la frontal del área.
Del primer amistoso de preparación para el Mundial (el segundo será el próximo sábado ante Túnez en Rusia) no se pueden sacar muchas conclusiones, principalmente porque a España todavía le falta alguna pieza (Ramos, Busquets, Isco...), pero si que se barrunta un equipo que toca muy bien el balón, que crea ocasiones, pero que le falta ser capaz de superar situaciones adversas. Debe saber España desatascar los partidos que se complican. Ante Suiza, 'La Roja' fue muy superior, jugó bien, pero en el fútbol, ya saben, cuentan los goles.
Aún así, no hay que alarmarse. El de este domingo era un amistoso y estos encuentros deben valer para prepararse para lo que pueda llegar en Rusia. España puede encontrarse con partidos en los que sea muy superior pero su rival le atasque. Suiza lleva siendo años una selección rocosa, en el segundo escalafón europeo pero a la que es muy difícil de superar, y en Villarreal fue más un examen para ellos que para España. Los helvéticos, en grupo con Brasil, Serbia y Costa Rica, necesitan de estos duelos para llegar a Rusia en plena forma para luchar por la segunda plaza.
Con aplausos y ovación, Andrés Iniesta se despidió, ahora sí, de España porque este amistoso fue su último partido en suelo español. Casi da el susto el manchego en un golpe de rodillas. Con seis cambios, Lopetegui jugó de distintas formas (por ejemplo, de inicio con Costa e Iago Aspas, después con el hispano-brasileño solo y más tarde con Rodrigo) y ninguna llevó a la victoria. Pero es un amistoso.
Pese al empate, que no es un buen resultado, no dejó malas sensaciones una España a la que le deben venir bien estos avisos. Aquí el nombre y el pasado, como dijo el propio seleccionador, no ganan partidos. Y está bien que Suiza aparezca otra vez para darnos ese mensaje. Quizá es nuestro talismán...