Un gol de penalti de Karim Ansarifard en el minuto 88 dio la victoria a Irán sobre Lituania (1-0) en su último partido de preparación previo al mundial de Rusia 2018, un triunfo que no sirvió para despejar las dudas que rodean al equipo de Carlos Queiroz, rival de España en la primera fase.
Un tanto que no hizo justicia al juego más agresivo de los lituanos, que llevaron la iniciativa del juego, presionaron durante la mayor parte de la segunda mitad pero no fueron capaces de acertar cara al sol.
Los asiáticos llegaron físicamente bien, sin embargo, al tramo final y recuperaron el resuello poco después de que Justas Lasickas disparara al travesaño y Povilas Leimonas no supiera resolver ante el marco que defendía Ali Reza Beirahvand.
El portugués había dado entrada en la segunda parte al experimentado delantero, relegado al banco por el la joven promesa del fútbol iraní, el atacante del Rubin Kazan, Samir Azmoun, que apunta a titular en el primer partido frente a Marruecos el próximo viernes. Y este respondió a la confianza con un gol desde el punto de penalti pero escaso juego, evidenciando las dificultades que tiene el equipo asiático para acercarse con peligro suficiente al área contraria.
Lo más destacado de un encuentro anodino que comenzó marcado por la decisión de una conocida marca deportiva de no proveer de botas a los jugadores iraníes en una estricta interpretación de las sanciones impuestas por Estados Unidos a Irán desde que en 1980 ambos países se convirtieran en enemigos.
Irán está encuadrado en el grupo B, junto a Marruecos, país con el que debuta el próximo día quince, y las dos selecciones favoritas, España y Portugal.