Uruguay se impuso in extremis a Egipto durante su primer partido en el Mundial de Rusia gracias a un gol de Giménez en el minuto 90 (0-1). Y, sin embargo, la alegría por la victoria no pudo tapar la frustración de la principal estrella charrúa: un Luis Suárez que no logró estrenar su casillero goleador en el torneo a pesar de que lo intentó con todo el ímpetu posible.
Ya en la primera parte y al borde del cuarto de hora de encuentro, el '9' uruguayo trató de adelantar a su selección. No obstante, su disparo desde fuera del área no encontró el destino que Suárez anhelaba. Más le frustraría lo ocurrido en el minuto 24, cuando otro lanzamiento suyo, en este caso desde el segundo palo y que casi parecía gol, también se marchó fuera.
Después de perdonar una ocasión tan clara, el jugador del FC Barcelona no volvió a generar peligro hasta la segunda parte. Justo tras el descanso, Suárez se encontró con El Shenawy en un mano a mano clarísimo tras un gran pase de Cavani. En el 73, llegó otra ocasión fallada que la estrella uruguaya lamentó lo suyo: un nuevo mano a mano en el que acabó topándose con el portero egipcio por la indecisión a la hora de rematar.
De ahí que Suárez no parase de enfadarse consigo mismo durante buena parte de los 90 minutos del debut mundialista de Uruguay. Giménez se llevó la gloria goleadora que él buscó sin éxito y, a pesar del triunfo de los suyos, el gran nombre propio del combinado charrúa no se fue nada satisfecho del Ekaterimburgo Arena. Tendrá que esperar para celebrar su primer gol en Rusia, y eso es matador para un atacante tan voraz como él.