El empate de España contra Portugal supo a derrota por cómo se produjo (3-3). Esa falta al borde del área de Piqué, esa pegada de Cristiano, esa falta metida en la escuadra y ese varapalo final… La decepción fue notable. Sí, lo fue. Para qué vamos a engañarnos. La ‘Roja’ tocó la victoria, la vio en sus manos… y, de repente, se quedó con tan solo un punto. Sin embargo, tras aquel partido y los debuts de Argentina, Alemania, Francia y Brasil, lo cierto es que la selección de Fernando Hierro es la que más cosas en positivo puede sacar.
Al menos, España jugó bien. Tuvo, al otro lado, a la campeona de Europa. Y, además, supo reaccionar. Recortó tras el primer tanto de Cristiano, se sobrepuso al 1-2 a favor de Portugal antes del descanso y remontó con dos tantos de Diego Costa y otro de Nacho. Entonces, se vio ganadora. Supo que iba a alzar los brazos en su primer partido. Y vino el descalabro. Pero, antes, la ‘Roja’ jugó muy bien. Se reconoció. Conjugó fútbol de toque, ocasiones, goles y sensación de superioridad. De hecho, el empate llegó por el fallo de De Gea al borde del descanso y por la omnipresencia de Cristiano Ronaldo.
España, por tanto, dejó buenas sensaciones, pero se sintió derrotada. Pero, tres días después, ve aquello como una victoria. O, al menos, como el principio de algo. ¿El motivo? Ninguna de las que han jugado hasta ahora han hecho lo propio. Y, además, todas han jugado contra equipos más débiles. Argentina, por ejemplo, empató contra Islandia (1-1) y se complica su pase a octavos; Alemania, la campeona del mundo, cayó frente a México (0-1); Francia ganó, pero con dos goles concedidos por el VAR ante Australia (2-1); y Brasil, en última instancia, el domingo por la noche, decepcionó ante Suiza (1-1).
Las favoritas, tras cuatro días de competición, no han empezado de la mejor manera. Han caído, han empatado y, sobre todo, han puesto en duda su candidatura. De hecho, a día de hoy, hay hasta revelación –más allá de México e Islandia– en este campeonato: Croacia, que llegaba con un muy buen equipo, se plantó y deslumbró en su primer encuentro ante Nigeria (2-0). O, probablemente, simplemente hizo lo que se esperaba de ella. Pero eso, trascurridas cuatro jornadas, es suficiente.
España, merced a todos estos resultados, puede creer. Es más, tiene mejor equipo –hablando de los once que salen al campo– que el resto de selecciones que han debutado. Porque ni las estrellas –exceptuando a Cristiano Ronaldo– han aparecido. Ni Messi, ni Neymar, ni Toni Kroos… nadie. El empate de la ‘Roja’ ahora se ve como un pinchazo oportuno. Ocurrió. Y no pasa nada. El batacazo sería perder contra Irán el próximo miércoles (20:00 horas). Eso sí sería un palo en toda regla.