"Sampaoli botón
Sampaoli botón
sos un hijo de puta
la puta madre que te parió".
Aún no había llegado el 0-2 de Croacia y los aficionados argentinos presentes en las gradas del estadio Nizhny Novgorod ya tenían fijo en el centro de la diana a Jorge Sampaoli. El seleccionador argentino es el gran señalado por la derrota ante los croatas que deja a la albiceleste al borde de la eliminación, pero no sólo por eso.
El cántico se repite desde hace tiempo, desde que decidió hacer cambios en el once argentino, desde que casi se queda fuera del Mundial y Leo Messi lo rescató en aquel partido agónico en Ecuador con un hat-trick para asegurar la clasificación a esta Mundial donde está decepcionando.
Fue Sampaoli quien sentó al Chiquito Romero, el portero titular de la selección argentina en los últimos años para poner en su lugar a Wilfredo Caballero. El mismo que falló en el gol de Islandia, el mismo que ha fallado en el primer gol de Croacia y, precisamente, en una de las facetas que Sampaoli alabó de él: "Yo a Caballero lo pongo por lo bien que juega con los pies".
Sin embargo, durante el encuentro ante Croacia nadie se acordó de aquellas palabras tras el empate ante Islandia. Tal era el enfado de los argentinos presentes en la grada que los cánticos dieron pie a un intento de agresión desde los asientos. Es más, supuestamente, y según informa el diario argentino Clarín, una botella de agua lanzada por un aficionado habría impactado en la cabeza de Sampaoli durante el encuentro.
El seleccionador no ofreció la entrevista flash a la que tiene obligación por FIFA nada más terminar el encuentro y tardó una eternidad en salir a su rueda de prensa oficial tras el encuentro. Otro síntoma de los problemas internos que vive Argentina y que le complicarán aún más poder aprovechar sus escasas opciones de clasificación para los octavos de final.