El Mundial de Rusia, el evento del mundo del fútbol más esperado de los últimos cuatro años y uno de las grandes citas del deporte, finalizó. Lo hizo el domingo, con Francia campeona por segunda vez y una milagrosa Croacia como finalista.
Durante un mes y un día, desde aquél Rusia 5-0 Arabia Saudí con el que se abrió la competición, en el país más grande del mundo se albergó la mayor cita del fútbol. Con una gran primera fase, llena de sorpresas y emociones, y con menos emoción a partir de octavos, el Mundial ha dejado muchas conclusiones, además del descalabro de una España que se fue a casa en octavos con otro fracaso.
Francia y el triunfo del bloque con Mbappé de estrella
A la selección francesa, que dos años antes se llevó una de los grandes golpes que un país puede experimentar en el fútbol (perder una final en el torneo que organizas), siempre se la criticó por tener muy buenos jugadores pero no ser capaz de agruparlos en un conjunto.
Deschamps, también muy criticado por algunas decisiones, como dejar fuera siempre a Benzema y en este Mundial a Rabiot, logró al fin crear un bloque que funcionara a la perfección y a partir de ahí aprovecharse de las numerosas individualidades que tenía. Y eso fue Francia en este Mundial. Rocosos, compenetrados en defensa, con un centro del campo con un 'peón' impecable como Kanté y un ataque en el que Giroud se sacrificó para que Griezmann y Mbappé brillaran.
La campeona del mundo demostró que en el fútbol no solo se gana jugando con el balón, sino maximizando tus recursos. La frase que lo representa es la que hizo Griezmann antes de la final:: "No nos importa la manera de ganar, queremos ganar. Si tengo la estrella, me da igual cómo ganemos". Francia ganó, tiene la estrella y fue la mejor.
Hazard y el paso al frente de la generación belga
El futbolista del Chelsea siempre estuvo rodeado de muchos elogios, tuvo encima muchas expectativas pero le faltó el . En el Mundial la consiguió. Rusia 2018 ha servido para saber que Hazard es un futbolista de presente y que da un paso al frente para dominar el fútbol mundial. Su actuación en el torneo ha sido sublime y él ya pide un cambio de aires en un Chelsea en el que se quedó anclado.
El excelente nivel de Hazard fue coherente con el buen Mundial de Bélgica, que logró la mejor clasificación de su historia, un tercer puesto que incluso se quedó corto: solo perdieron ante Francia en semifinales (1-0). Los Lukaku, Courtois, Alderweireld, Meunier, De Bruyne, Fellaini y compañía cogieron el resultado que pedía su calidad.
Roberto Martínez, el técnico al que 'descubrimos' en el Mundial
Al entrenador español, que triunfó en equipos como el Swansea y el Wigan, le eligió Bélgica para el necesitado salto de la mencionada generación belga y él logró en dos años los que otros no consiguieron en 30. Catalán de nacimiento, Martínez se ha ido haciendo un nombre fuera de España (aquí nunca ha entrenado) y muchos aficionados no sabrían de su existencia del que ahora merece ser nombrado mejor entrenador del Mundial.
Modric, el reinado del mejor centrocampista del mundo
Ya no hay dudas: el croata, ese que llegó al Real Madrid en 2013 con críticas de derroche y capricho (de Mourinho) es ahora el mejor centrocampista del mundo y uno, juzguen ustedes, de los mejores del mundo. Su recital en el Mundial, clave en el milagro de Croacia, que llegó a la final, logró la práctica unanimidad y le llevó a ganar el Balón de Oro del Mundial.
Cerebro del Real Madrid, con el paso de los años el mundo del fútbol valorará la dimensión histórica de Luka Modric, un futbolista imprescindible en esta época gloriosa de los blancos y ahora también en la hazaña de alcanzar la final de un Mundial para un país tan pequeño como Croacia.
Luka Modric sale de Rusia reforzado y como lo que es: el mejor centrocampista, con diferencia, del mundo y, además, uno de los mejores de la historia.
Inglaterra, de vuelta (a medias) con el modelo Premier
Con todos sus jugadores de equipos de la Premier League, Inglaterra regresó al primer plano del fútbol con unas semifinales que si bien es un éxito por tantos años de 'quiero y no puedo', tampoco reflejó la realidad de una selección que a la hora de la verdad falló.
Los de Southgate acabaron en cuarto lugar, pero para llegar ahí solo ganaron un partido verdaderamente importante, el duelo de cuartos ante Suecia, un rival más débil. En octavos se clasificaron por penaltis, en la fase de grupos derrotaron a las 'fáciles' Panamá y Túnez y en semifinales se dejaron remontar por Croacia. En esa línea estuvo Harry Kane, pichichi del Mundial gracias a los goles de los primeros partidos, porque a la hora de la verdad se le mojó la ólvora.
La decepción de Brasil y el 'pinchazo' de Neymar
La pentacampeona del mundo seguirá con cinco títulos y, no solo eso, sino que otro Mundial más (el cuarto consecutivo) se quedó lejos de ver de cerca el título. Otra eliminación en cuartos de final (como en 2006 y 2010) y esta vez con un golpe inesperado, ya que Tite había logrado hacer un buen bloque con jugadores de primer nivel.
Eso sí, Brasil se basaba en la calidad de Neymar y el futbolista del PSG solo apareció en el duelo ante México en octavos. Todo lo demás fue un Mundial polémico, con varios piscinazos que le hicieron continuar con la fama de teatrero de lo que sacó memes y poco fútbol.
El colectivo venció a las individualidad
No fue el Mundial ni de Messi ni de Cristiano, aunque el portugués arrancó muy bien en los partidos ante España y Marruecos. Las dos grandes estrellas del fútbol mundial, balones de oro de los últimos diez años, fueron eliminados en octavos y dejaron escapar otra oportunidad de ganar el torneo más importante del mundo.
Este Mundial sacó a relucir la necesidad de poner las estrellas al servicio del equipo y no al contrario, el equipo al servicio de las estrellas. Aquellos que hicieron lo primero (Argentina, Portugal o Brasil) se fueron antes de tiempo a casa y los que hicieron lo segundo (Croacia, Francia, Inglaterra, Bélgica...) triunfaron en Rusia.
El Mundial de la justicia: el VAR funcionó
Fue la gran novedad y la revolución en el Mundial. Por primera vez hubo videoarbitraje en el torneo más importante y su funcionamiento fue perfecto. En la primera fase, los árbitros acudieron en numerosas ocasiones a ver las imágenes por televisión, corrigiendo en otras tantas veces la primera decisión arbitral.
Fue un Mundial justo y esa es la mejor conclusión que se podrá sacar. Los fueras de juego se pitaron, los penaltis también y las injusticias se acabaron. Otras, por ahora, no se corrigieron, ya que el VAR solo entra en cuatro supuestos. Habrá que perfeccionarlo, pero las tecnologías entraron con mucho éxito en el fútbol.
Europa vuelve a mandar con claridad
El campeón europeo, los dos finalistas europeos, los cuatro semifinalistas europeos y seis de los ocho cuartofinalistas también europeos. El dominio de la federación UEFA en el Mundial fue aplastante. Y no es por primera vez, porque en 2014, en 2010 y en 2006 también ganó el torneo un país europeo. Desde Corea y Japón 2002 no gana una no europea, en ese caso Brasil.
Rusia cumplió con la organización
Había muchas dudas, los ultras habían amenazado con reventar el Mundial, pero Rusia no tuvo ni un solo problema en este mes de competición, en el que tampoco se registraron casos de racismo o homofobia. Sí hay que censurar los ataques sexistas, unos 30 registrados por la FIFA, 15 de ellos a periodistas. Fue la única mancha de un torneo muy bien organizado.
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