Quedan exactamente ocho días para que Luis Enrique dé la convocatoria de la selección española para el Mundial de Qatar. Pronto se saldrá de dudas y se acabarán los debates sobre los 26 elegidos, lo cual solo ha ido a más desde que se conocieran los 55 futbolistas que estaban en la prelista. Sergio Ramos y Gerard Piqué eran dos de ellos.
El protagonismo recibido por Ramos y Piqué atiende a varias razones, empezando por el peso que han tenido en la Selección durante sus mejores años. Luego está el tiempo que ambos llevan fuera del equipo, mayor en el caso del catalán, y no se puede pasar por alto lo mediáticas que se volvieron sus 'campañas' para volver a vestir la camiseta de España.
La última palabra será de Luis Enrique, pero -salvo milagro- ni Ramos ni Piqué irán a Qatar. El seleccionador tiene muy claro su bloque así como la idea de no tener una figura predominante en el vestuario y sí dar peso al equipo como conjunto. El líder, en todo caso, es él e irá hasta el final con esa idea.
[La historia de amor y odio de David de Gea con la Selección: de heredero de Casillas al ostracismo]
Pero Ramos y Piqué se merecen un punto y aparte durante estos últimos días antes del anuncio de la convocatoria. La situación de los dos ha sido muy parecida estos últimos años, pasando por una crisis deportiva y sin desistir en su deseo de jugar con la Selección. Las diferencias están en las tácticas que optaron seguir cada uno para abordar esta cuestión y el momento actual en el que se encuentran.
Pero están en el corte inicial y hasta el día 11 nunca se puede descartar nada. Sobre el papel, hay un puñado de futbolistas que están por delante de ellos en la posición de central: Aymeric Laporte, Pau Torres, Iñigo Martínez y Eric García son fijos, mientras que que Diego Llorente y Guillamón se han ganado también la confianza de Lucho. Azpilicueta o hasta Rodri, como le probó ante Portugal, son otras alternativas ante posibles urgencias para el seleccionador. El puesto parece cubierto.
Ramos vuelve a creer
Ramos tomó la palabra este martes en la previa de Champions y dejó claro que su "sueño es ir al Mundial". De cara al público no quiere perder la esperanza de regresar a un equipo del que fue capitán y es leyenda. "Todo el mundo sabe lo que significa para mí defender los colores de mi país. A pesar de haber sido un año duro por las lesiones, ahora vuelvo a sentirme muy bien y estoy disponible", manifestó en rueda de prensa.
Al día siguiente encontró un inesperado aliado en el técnico del Real Madrid, Carlo Ancelotti. Al técnico del Real Madrid, que le tuvo a sus órdenes entre 2013 y 2015, le preguntaron tras ganar al Celtic y rompió una lanza a favor del camero: "Por la experiencia y calidad que tiene, si está bien, que a mí me lo parece, tiene que ir al Mundial. Sin duda. Sigue siendo de los mejores centrales del mundo".
Las palabras de Ancelotti pueden poner en un apuro a Luis Enrique, igual que el rendimiento actual de Ramos. Nada tiene que ver con el de la temporada pasada, que sirvió de excusa para que Sergio no volviera a la Selección siendo su último partido el 31 de marzo de 2021.
A sus 36 años, Ramos ha participado este curso en 18 partidos. Ya son más que todo el curso pasado (13) y es el sexto jugador del PSG en minutos disputado en lo que va de temporada (1.476') solo por detrás del trío Messi, Mbappé y Neymar, Marquinhos y Donnarumma. Solo Rodri -y no es central- se le acerca en minutos jugados (1.428') de los nombres antes mencionados que apuntan a la Selección.
El peor momento para Piqué
Luego está Piqué, quien ha recorrido el camino inverso al de Ramos. Por rendimiento, estaba más cerca de volver a la Selección en 2020 que ahora. Su campaña la inició algo antes, poco más de un año después de 'retirarse' internacionalmente tras jugar el Mundial de Rusia. Se arrepintió o le entró el gusanillo de nuevo. Quería volver.
Pero lo suyo fue llevado en secreto, a diferencia de Ramos. Negocios aparte, hizo migas con Luis Rubiales -elegido presidente de la RFEF- y en varios intercambios de mensajes que este año vieron la luz hablaban de su vuelta a la Selección. Rubiales le veía para regresar, pero siempre marcó la línea que dejaba en manos la decisión a Luis Enrique.
Hubo una charla entre el seleccionador, cuando retomó su cargo, y Piqué y se abrió la puerta. Lucho pasó a hablar del central del Barça como un jugador "seleccionable" y los rumores empezaron a ser cada vez más fuertes. Decir que entremedias, tanto Piqué como Ramos se postularon para ir a Tokyo 2020, pero Luis de la Fuente no estaba dispuesto a 'traicionar' a su grupo por llenar de 'nombres' su convocatoria.
Lo de Piqué parece todavía más una utopía de cara a Qatar. Aunque esté en la prelista, el defensor catalán atraviesa el peor momento de su carrera. Tiene 35 años, pero está en su ocaso como barcelonista. Su rol es secundario, habiendo jugado solo en 9 partidos (555 minutos) y por las bajas de otros compañeros. Está cuestionado y ha sido silbado por el Camp Nou. Está más cerca su final en el Barça que la llamada de la Selección.