El Mundial de fútbol siempre ha paralizado al planeta y ha centrado todos los focos, pero nunca antes en la historia había detenido en seco las competiciones como sucede en este 2022. Las grandes ligas europeas y otros eventos continentales de primer nivel como la Champions League se encuentran paradas hasta nuevo aviso, esto es, como mínimo hasta finales del próximo mes de diciembre por la inminente llegada de lo que se viene en Qatar.
Una de estas grandes afectadas es, por supuesto, La Liga. El campeonato español, que 'cederá' a muchas estrellas al Mundial, se despidió la pasada semana y dio paso a un periodo de 48 días de ausencia en un momento atípico que va a condicionar lo que resta de la temporada. Será ya el 29 de diciembre cuando La Liga regresará para disputar su decimoquinta jornada, una fecha que se prolongará hasta el 31 de ese mes, el día de Nochevieja.
Este parón afectará, indudablemente, a los equipos y, por lo tanto, también condicionará por completo la competición. Equipos que ahora atravesaban un buen momento verán detenida de forma abrupta su buena condición, mientras que otros que no se encontraban tan bien podrán aprovechar este periodo de tiempo para despejar la mente y regresar con más fuerza.
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En España, esto señala directamente al Fútbol Club Barcelona y al Real Madrid. Madridistas y culés son los equipos que se disputan el título. La clasificación habla por sí sola, ambos están separados por apenas dos puntos de diferencia con los culés por encima, mientras que la Real Sociedad, el más inmediato perseguidor, se encuentra ya a once puntos de la primera posición.
El Barça, líder
Con el gran varapalo de la Champions League todavía planeando sobre el Camp Nou, un fracaso que ha hecho temblar los cimientos deportivos y económicos del proyecto, el Fútbol Club Barcelona ha conseguido reponerse y marcharse al parón como líder de La Liga.
Los números en el campeonato doméstico avalan a los de Xavi Hernández y les dejan como el equipo más fiable. Tan solo han perdido un único partido en los 14 encuentros disputados hasta el momento, si bien es cierto que fue El Clásico ante el Real Madrid, y únicamente han encajado 5 goles. Este dato habla muy bien del funcionamiento de la defensa, una seguridad que, curiosamente, desaparecía por completo cuando el Barça jugaba la Champions League.
En La Liga, antes de este parón obligado por el Mundial el Barcelona acumulaba cinco victorias consecutivas. Su último traspié a nivel nacional fue precisamente en El Clásico, un partido en el que el Real Madrid mostró una clara superioridad que hizo pensar que los blancos eran el candidato número uno a revalidar el título. Desde entonces, a nivel de resultados hubo una gran reacción, si bien es cierto que a lo largo de la temporada las dudas en torno al juego se han ido alimentando.
Los de Xavi Hernández han llegado a firmar partidos muy grises como los de Mallorca o Valencia, aunque casi siempre consiguieron salir victoriosos. Los últimos resultados y el hecho de alcanzar el liderato tras los pinchazos del Real Madrid, les han dado mucha moral, por lo que ahora el Mundial llega en un mal momento para ellos y en cierto modo les puede cortar su progresión.
Las dudas del Madrid
El inicio de la temporada del Real Madrid fue sencillamente perfecto. Desde que los de Carlo Ancelotti se estrenaron ganando la Supercopa de Europa ante el Eintracht de Frankfurt, llegaron a encadenar hasta nueve victorias de manera consecutiva entre esta competición, La Liga y la Champions League. Más aún, estuvieron hasta 16 partidos, o lo que es lo mismo, más de dos meses de esta temporada, sin saborear la derrota.
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Los blancos se colaron cómodamente y como primeros de grupo en los octavos de final de la Champions League, y también dieron un golpe encima de la mesa al vencer en El Clásico al Barcelona. Sin embargo, las lesiones y una cierta relajación por la clasificación europea hicieron acto de presencia y les han pasado factura en los últimos envites.
Tras la derrota ante el RB Leipzig, llegó el empate contra el Girona y la posterior derrota en Vallecas ante el Rayo. Dos pinchazos en La Liga que hicieron que los de Ancelotti perdieran la primera posición en la tabla. La última victoria ante el Cádiz justo antes del parón no fue precisamente holgada, aunque sirvió para recuperar sensaciones antes de que llegue el Mundial.
Es por ello que, quizás, esta pausa de la competición llegue en un momento en el que el Real Madrid había perdido la brillantez del inicio del curso. Los blancos están metidos de lleno en la pelea por el título ya que se encuentran a tan solo dos puntos del Barça, acechando al error de los culés, y han demostrado que tienen argumentos más que de sobra para terminar saliendo campeones.
En la Champions League, el bombo deparó que los de Ancelotti se medirán en los octavos de final a uno de los peores rivales posibles, el Liverpool. El parón de la Premier League seguramente le sentará bien a los ingleses, ya que su inicio de temporada estaba siendo sorprendente. Los de Klopp son sextos, fuera incluso de puestos europeos, y han dicho adiós a cualquier opción de pelear por la Premier porque están a 15 puntos de distancia del Arsenal, el líder. Es ahí, por lo tanto, donde los blancos seguramente saldrán perdiendo con esta pausa mundialista.
Aire para Simeone
Este parón propiciado por el Mundial también va a ser un momento de tranquilidad para otro de los grandes protagonistas de La Liga como el Cholo Simeone. El técnico argentino está pasando una de sus peores temporadas al frente del Atlético de Madrid y las dudas sobre su continuidad o no al frente del equipo ya se han instalado entre la afición.
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Los colchoneros, que hace no mucho estaban peleando por el título, se marchan hasta diciembre siendo quintos y con tan solo tres puntos de ventaja sobre el noveno clasificado, algo que habla de la igualdad que hay en el segundo escalón de la competición.
El momento era crítico. En los tres últimos encuentros del campeonato liguero, el Atlético había sumado dos derrotas y un empate, y a eso hay que unirle la debacle en la Champions League, donde cayeron a las primeras de cambio en un grupo muy asequible. El juego sigue sin convencer y el equipo ni siquiera tiene la seguridad defensiva que le hizo tan grande. Ahora, con estas semanas de descanso, la desconexión puede ser un punto de inflexión clave para el resto del año.