"Si estuvieras en mi lugar, ¿qué harías?". La rueda de prensa de Tata Martino previa al Argentina - México (20:00 horas) estuvo repleta de preguntas sobre la posibilidad de echar a Messi de su último Mundial y eso fue lo que dijo. El seleccionador del combinado mexicano nació en Rosario, como Leo, pero la relación entre ellos es inexistente.
Tata Martino tiene un pasado como entrenador de Messi en dos vestuarios diferentes: el del Barcelona y el del Argentina. Al club azulgrana llegó en 2013 desde Newells Old Boys y sabiéndose su buena relación con Jorge Messi, padre de Leo. Una temporada duró y luego cogió de inmediato las riendas de la Albiceleste, donde todo se truncó del todo.
La relación del Tata y Messi se explica con una frase que reprodujo Andoni Zubizarreta, que era el director deportivo del Barça en el momento en el que coincidieron los dos rosarinos: "Ya sé que si usted llama al presidente me echa, pero coño, no hace falta que me lo demuestre todos los días. Ya lo sé", decía el exdirectivo poniendo esas palabras en boca del entrenador. De ahí que este Argentina - México huela a venganza, aunque Martino ya desmintiera aquella frase.
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Argentina pasó de una ilusión desbordada a la depresión en 90 minutos, los del partido contra Arabia Saudí. Perder 1-2 en el debut en el Mundial y ante una teórica 'cenicienta' del torneo cayó como un cubo de agua fría. La selección que dirige Lionel Scaloni perdió su racha de 37 partidos invicta y quedó al borde de KO.
México no imaginaba "este escenario", como reveló Martino en rueda de prensa. En la primera jornada empató contra Polonia (0-0), dejando abierta su fase de grupos para el segundo partido. El Tata, aún así, no lo ve como una ocasión para reivindicarse ante todo su país de origen: "Lo que sucede cuando se trata de fútbol lo pongo en ese contexto. No desconozco la importancia del partido y que el futuro de las selecciones depende de lo que suceda el sábado. Pero trabajamos para México y queremos el triunfo de México".
Reencuentro en Qatar
Tata se prepara para reencontrarse con Messi: "Los que nos enfrentamos a él decimos lo mismo. Todo pasa porque pase una mala tarde que lo que los demás podamos hacer con él. Hay que esperar su mejor versión porque a veces no ha estado en plenitud, pero en cinco minutos ha resuelto un partido. Por eso hay que estar pendiente los noventa minutos".
Su respuesta sobre Leo fue educada. Siempre fue un admirador de su fútbol y al llegar al Barça tenía claro que era "el mejor". Quizás eso equivocó los roles aquel año en el vestuario, con un Messi que nunca llevó bien aquello de los descansos que Martino le recomendaba.
El técnico argentino llegó a Barcelona en julio de 2013 y en mayo de 2014 anunció su salida. El equipo solo levantó aquella temporada la Supercopa de España. Perdió La Liga en la última jornada contra el Atlético de Madrid en el Camp Nou, cayó en Champions League en cuartos de final y el Real Madrid le ganó la final de la Copa del Rey.
Tres meses después, el Tata llegó a la selección de Argentina. Iba a tener una segunda oportunidad con Messi, pero aquello resultó todavía peor. Fueron los dos años en los que la Albiceleste perdió dos finales de Copa América seguidas.
El '10', tras la final de 2016, anunció que no jugaría más con su selección y solo unos días después de su renuncia llegó la de Martino. Como seleccionador ya llegó a decir que "si estuviera en el lugar de Messi ya habría dejado la Selección hace mucho tiempo". En Argentina todavía se cree que el movimiento de Leo fue un ultimátum para que el Tata cogiera las maletas, ya que volvería solo al cabo de unos meses.
Quien no volvió a entrenar más en Argentina fue Martino. Primero se fue a Estados Unidos (dirigió al Atlanta United) y desde 2019 lleva al combinado de México. Aquel año, por cierto, no votó a Messi en el premio The Best: "No tuvo el año para estar entre los mejores", comentó tras decantarse por Van Dijk, Frenkie de Jong y Eden Hazard. Lo ganó Leo, eso sí. Tres años después, en su primer Mundial, podrá por fin vengarse.