Kylian Mbappé se ha convertido en uno de los nombres propios del Mundial de Qatar. El francés fue el protagonista absoluto de su selección al marcar los dos goles que le dieron la victoria frente a Dinamarca. Una despliegue sobre el terreno de juego que le valió para ser el MVP del partido. El segundo consecutivo tras lograrlo frente a Australia en el debut de los suyos. Y con ellos ha aparecido la polémica.
Pocos se iban a imaginar que nombrar a Mbappé como mejor futbolista de los partidos fuese a desvelar una nueva polémica. Y es que el delantero, que comparte pichichi del torneo con Enner Valencia, declinó hacer declaración alguna tras ser nombrado como el jugador estrella de los encuentros.
Una decisión sorprendente, aunque con matices, que le ha llevado a ser multado por la FIFA. Tanto él como la Federación Francesa de Fútbol tendrán que pagar un peaje por sus reiteradas ausencias, aunque al galo parece no importarle la cuantía económica. Y todo tiene un motivo.
Mbappé no quiere dar pistas acerca de su futuro en el Mundial de Qatar y quiere mantener oculta cualquier información que le desestabilice. Una decisión salomónica que continuará, salvo giro radical, durante la gran cita del mundo del fútbol. Un silencio para evitar ser preguntado por los medios sobre una salida del PSG.
El runrún de la marcha de Kylian Mbappé del conjunto parisino ha sido constante de que firmase su renovación. Por ello, la gran estrella de la selección francesa ha tomado la radical decisión de no asistir a las preguntas de los periodistas en las ruedas de prensa o no dar declaraciones si es nombrado MVP de los partidos. De momento lo ha cumplido, lleva dos de dos en ausencias.
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Centrado en el Mundial
Mbappé solo tiene un objetivo en Qatar: levantar de nuevo el Mundial. El delantero ya fue partícipe de la victoria conseguida en Rusia en 2018 y quiere repetir ese éxito. Está muy motivado y eso se ha demostrado en los dos primeros encuentros que ha disputado: tres goles en dos partidos.
Su nivel está siendo excelso y está siendo el líder de su selección. Con él, dos victorias en los mismos encuentros. Un gran juego desplegado por Francia que le ha llevado a ser el primer combinado nacional en asegurar su pase a los octavos de final. Su nivel y el de los suyos está rozando casi el sobresaliente.
Por dicho motivo, Mbappé quiere estar completamente aislado de todo lo que ocurre en el exterior. No quiere que nada influya en su rendimiento y, de ahí, que se haya blindado en una especie de búnker, donde la prensa no tiene hueco en él. Y sus propios compañeros le ven muy centrado.
"Se ha desarrollado enormemente. Empezó muy fuerte en sus inicios y sigue haciéndolo, tiene la cabeza sobre los hombros, estamos muy contentos de tener un Kylian Mbappé decisivo. Está respondiendo muy bien, ha cogido confianza en el inicio de la competición", explicó Raphaël Varane en su rueda de prensa sobre su cómo veía a su compañero de vestuario.
Incluso su propio entrenador le regaló los oídos tras la victoria frente a Dinamarca. "Es un jugador fuera de lo normal, tiene esa capacidad a marcar la diferencia. Ha sido muy maltratado por los defensores, pero al estar rodeado de otros que también crean peligro le permite tener más espacios", espetó el seleccionador Didier Deschamps sobre Mbappé.
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Temor a la malinterpretación
Pese a estar con la cabeza completamente puesta en el Mundial de Qatar, Mbappé tiene miedo a que cualquier palabra suya pueda ser malinterpretada y pueda afectarle de cara a su futuro más cercano. Las relaciones con el PSG, su actual club, son cada vez más tirantes y los rumores les acechan con una constante salida del cuadro parisino.
Cualquier palabra que diga el actual pichichi de la cita mundialista será exhaustivamente analizada y eso es lo que quiere evitar. Y más cuando en Qatar se forjan las grandes relaciones del PSG, por lo que cualquier salida de tono podría perjudicarle de cara a un futuro.
Él está dispuesto a guardar silencio para evitar las polémicas a su alrededor y parece haber recibido el visto bueno de la Federación Francesa de Fútbol, que tampoco parece obligarle a ponerse delante de los micrófonos. Es decir, el bien común para ambas partes y así encontrar una estabilidad que les pueda guiar a por ansiada tercera estrella en su camiseta.
A diferencia de sus compañeros, donde gran parte de ellos ha atendido a los medios, Mbappé continuará por la senda del silencio. Una decisión, que buena o mala, le está saliendo bien, ya que está demostrando que ha llegado pletórico a la cita y no le está importando cargar con el peso de los goles tras la ausencia de otros compañeros en ataque como Benzema o Nkunku, ambos fuera por lesión.
Es decir, Mbappé no quiere que nada influya en su futuro después del Mundial, ya sea una simple palabra o mueca en una rueda de prensa, por lo que ha optado por alejarse lo máximo posible de los medios. Así se encuentra cómodo y centrado para intentar un asalto en un torneo donde está ocurriendo de todo y él no quiere sorpresa alguna, quiere luchar por reeditar la corona de campeón del mundo.