Se había avisado antes del partido: el morbo del Argentina - Países Bajos giraría en torno a su árbitro, el valenciano Mateu Lahoz. Y así fue. El colegiado español, que antes había dirigido otros dos partidos del Mundial de Qatar, acabó señalado por uno de los dos equipo. La 'Albiceleste', con Leo Messi a la cabeza, cargó en su contra.
En total sacó 16 tarjetas amarillas y expulsó a un jugador, el neerlandés Denzel Dumfries, por doble amonestación. Se quedó a las puertas de ser el partido de un Mundial con más cartulinas, empatado con el Alemania 2-0 Camerún de 2002 y el Portugal 1-0 Países Bajos de 2006. En aquellos hubo más expulsiones, 2 y 4.
Alguna más pudo caer. Mateu perdonó la segunda amarilla a Leandro Paredes. Le amonestó por su falta sobre Aké, pero no le enseñó la segunda por el pelotazo que dio al banquillo neerlandés y que provocó una tangana antes del 2-2. Sin embargo, fueron los de La Albiceleste los que más se encendieron con el colegiado.
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Messi fue el más duro con Mateu: "Tengo mucha bronca, mucha bronca, porque no creo que era para que terminara así [el partido]. No quiero hablar del árbitro porque no puedes ser sincero. No puedes decir lo que piensas. Si hablas, te sancionan. Pero la gente vio lo que fue. Teníamos miedo antes del partido porque sabíamos lo que era", expresaba el '10' de Argentina en Gol Mundial.
"La FIFA debe pensar en ello, no puede poner un árbitro así para estas instancias, para un partido de tanta igualdad. No puede poner un árbitro que no está a la altura. Hay muchos detalles dentro de la cancha que te das cuenta que te quieren 'inclinar'. "No era para que fuéramos al tiempo añadido y mucho menos a los penaltis. Sufrimos demasiado", concluía.
Argentina, a la que Mateu había señalado acertadamente un penalti a favor que Messi transformó, la tomó con el colegiado también por el tiempo que dio de añadido. Fueron 10 minutos, número que se ha repetido mucho durante el Mundial y que ayer podía estar justificado.
En las protestas también se incluyó la falta que acabó en el gol del empate de Países Bajos sobre la bocina. Pezzella, en el último instante del partido, arrolló sin mirar al delantero neerlandés, que se encontraba de espaldas al área.
'Dibu' Martínez, héroe en la tanda de penaltis, también criticó a Mateu. "Nos tocó el peor árbitro del Mundial de lejos. El árbitro no sé qué cobró en el tiro libre, dio 10 minutos de tiempo añadido. Quería que nos empataran", aseguró el portero: "Es una locura ese árbitro, un arrogante. Le dices algo y te habla mal... Como quedó fuera España creo que quería que quedásemos nosotros fuera también".
En el lado neerlandés también hubo protestas, de Louis van Gaal on un Frenkie de Jong que dijo creer que Mateu "perdió el rumbo en la prórroga" y que "la grandeza de Messi bien pudo haber influido en eso": "Tan pronto como terminó el tiempo reglamentario fueron a por él. A partir de ese momento solo pitó para Argentina. Fue realmente escandaloso", añadió.
Scaloni, pacificador
Quien se mostró más pacífico con Mateu Lahoz fue el seleccionador argentino, Lionel Scaloni, que incluso recordó alguna anécdota con él de su etapa como jugador: "Prefiero no decir nada. Aparte lo conozco, tengo relación con él. Tiene mi camiseta de cuando yo jugaba en Mallorca, se debe acordar porque era uno de sus primeros partidos".
"Pienso que es un buen árbitro y no vale la pena criticar ahora. Ya está, ya pasó y si ha cobrado algo es porque lo vio así. Lógicamente en el momento que estás en la cancha te prendés fuego, pero ahora está todo bien", sentenció el técnico argentino. Lío Mundial con Mateu, que seguramente se despedirá así de Qatar.