El polaco Szymon Marciniak encontró el premio que tanto tiempo llevaba buscando con la designación como árbitro principal de la final del Mundial de Qatar, que disputarán Argentina y Francia en Lusail, un año después de tener que superar un problema cardíaco.
"Pasé un momento muy difícil durante el último año y medio. Tuve taquicardia, es una enfermedad del corazón. Al principio fue muy difícil para mí y tuve que dejar de arbitrar", explicó Marciniak en declaraciones a los medios de FIFA.
"Me perdí la Eurocopa, que para un árbitro que está en su mejor edad, fue una sensación terrible", continuó. "Solo yo y mi equipo sabemos lo difícil que fue para mí. Ahora, la vida me lo devuelve y no puedo ni dejar de sonreír porque es una gran sensación", apuntó el colegiado polaco, de 41 años.
"Ser el árbitro en una final del Mundial es increíble, para ser honesto. Estoy muy orgulloso de mí y de mi equipo porque, por supuesto, no es solo Szymon Marciniak, es un gran equipo", afirmó.
"Trabajamos desde siempre y somos como una familia: ganamos juntos, a veces perdemos juntos", señaló Marciniak sobre sus árbitros asistentes este domingo, Paweł Sokolnick y Tomasz Listkiewicz, cuyo padre también fue asistente en una final de Mundial -la de Italia 1990 que Argentina perdió contra Alemania-.
El árbitro polaco, que en sus orígenes fue futbolista y militó en el Wisla Plock de su ciudad natal, se pasó al arbitraje tras ser expulsado y hablar con el colegiado que le mostró la cartulina roja.
Antes de eso, Marciniak iba para ciclista y de los buenos. Era el sueño de su padre, que con 12 años le ponía a hacer entrenamientos de 100 kilómetros bajo todo tipo de condiciones. Acabó aborreciendo dicho deporte y pasándose a la pelota, con la que tanto veía disfrutar a sus amigos.
El Mundial de Marciniak
Marciniak dirigirá el domingo su tercer encuentro en el Mundial de Qatar tras haber arbitrado la victoria de Francia sobre Dinamarca (2-1) en la fase de grupos y la de Argentina sobre Australia en los octavos de final (2-1).
Es su segunda participación en un Mundial tras Rusia 2018, en el que dirigió los encuentros Argentina-Islandia (1-1) y Alemania-Suecia (2-1).
A Francia le arbitró también en dos amistosos. Uno en octubre de 2014, en Saint Denis ante Portugal con victoria por 2-1 con dianas de Karim Benzema y Paul Pogba y otro en Solna ante Suecia en 2020 en el que el cuadro galo venció por 0-1 con gol de Kylian Mbappé.
Es un habitual de la Champions League -el pasado curso dirigió la ida de la semifinal entre el Liverpool y el Villarreal-, de encuentros europeos -arbitró en la Eurocopa 2016-, así como también estuvo en la Copa Árabe de la FIFA 2021 jugada también en Qatar.
Su último partido antes de llegar al Mundial fue el Marsella-Tottenham de la Champions League. El conjunto londinense se impuso por 1-2 con un tanto en la prolongación del danés Pierre Emile Hojbjerg.