Arrancó con polémica la final del Mundial de Qatar entre Argentina y Francia. El equipo de Lionel Scaloni abrió el marcador desde los once metros gracias a que Leo Messi transformó un penalti cometido sobre Ángel Di María. El extremo de la albiceleste recibió en banda izquierda y tras regatear a Ousmane Dembélé, el jugador del Barça le persiguió hasta derribarle.
En el momento en el que el 'fideo' Di María se fue al suelo, el colegiado del choque, el polaco Szymon Marciniak, no lo dudó y señaló el punto de máximo castigo sancionando la acción con penalti. La jugada, acontecida en el minuto 21, fue muy protestada en el seno de la selección francesa, pero la decisión no fue revocada por el VAR y Leo Messi asumió la responsabilidad haciendo el primer gol de la gran final.
Lo cierto es que la jugada, en directo y a tiempo real, fue de lo más extraña. Di María recibía en banda izquierda, cerca de la línea de fondo y del banderín de córner. Consiguió recortar hacia su pierna derecha para salir hacia dentro y así intentar encontrar el camino hacia la portería. Dembélé no pudo frenarle y vio como el jugador de la Juventus de Turín le superaba poniendo en apuros la meta de Hugo Lloris.
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Sin embargo, en su carrera persiguiendo a Di María, Dembélé lanzó su pierna derecha tocando por detrás al jugador argentino. El contacto entre ambos parecía leve, pero lo cierto es que se aprecia una pequeña zancadilla del futbolista francés sobre el extremo de la albiceleste. Un toque que para Szymon Marciniak fue suficiente.
El árbitro polaco no lo dudó y señaló la pena máxima esperando la confirmación desde el VAR. Los colegiados presentes en la sala de videoarbitraje de la FIFA no observaron que la decisión de Marciniak fue incorrecta y por eso no decidieron objetar nada a la situación. Aunque los jugadores del equipo de Didier Deschamps no pensaban lo mismo.
Incredulidad en Francia
El primero en no dar crédito a la señalización del penalti fue el protagonista de la jugada, Ousmane Dembélé. El jugador del FC Barcelona levantaba los brazos con gesto de incredulidad ya que no se podía creer lo que estaba viendo. Para él, el contacto con Di María no era ni mucho menos suficiente como para que este cayera y para que se pitara el penalti. Pero ya no había vuelta a atrás.
Antoine Griezmann y Jules Koundé, los jugadores que estaban justo delante de Di María en el camino del argentino hacia el área pequeña, y quienes iban a salir a su paso después del regate sobre Ousmane Dembélé, también alucionaron con el veredicto de la jugada. Sin embargo, el gran error del jugador francés fue entrar a lo loco y por detrás a Di María sin percatarse de que se aproximaba hacia dos compañeros que cerraban en defensa y que tenían, aparentemente, la situación controlada.
Una vez terminaron las protestas y el VAR dio el visto bueno a la decisión del árbitro, Leo Messi tomó la responsabilidad y no falló. El '10' de la albiceleste se aproximó a la pelota, hizo una pequeña paradiña con la que tumbó a Lloris, que se fue a derecha, y la cambió de manera sutil y tranquila hacia el otro poste. Messi disparó suave y marcó para abrir el camino de Argentina en la final hacia el título mundial.