Paul Pogba es el fichaje más caro de la historia del fútbol. El Manchester United pagó por él 120 millones de euros y el jugador, que se había criado allí, volvió a la que había sido su casa. Y, a juzgar por su reciente inversión, quiere quedarse por mucho tiempo. El centrocampista francés se ha gastado un total de 3’7 millones de euros en una lujosa mansión de Cheshire en la que tiene de todo: piscina, saunas, billar…. 

En realidad, es lo normal para un futbolista que gana 362 mil euros a la semana y que volvió a Old Trafford por 120 millones de euros. De hecho, la casa que acaba de comprar fue propiedad del delantero del Manchester United, el mejicano Chicharito Hernández, que hoy juega en el Bayer Leverkusen, y también de otros ilustres jugadores: Richard Wright, que jugó en el City, o Oliver Kapo, del Wigan Athletic.



Su casa, situada en el noroeste de Manchester, se encuentra a tan solo 20 minutos de la ciudad deportiva de Carrington, donde entrena el equipo. Allí, el joven de 23 años puede tener privacidad y lujo para cuando vuelve después de los exigentes entrenamientos de José Mourinho.



La casa está equipada con todo: piscina, cinco habitaciones, lujosas estancias, balcón, doble garaje… en definitiva, mucho más de lo que necesita cualquier persona normal.



En lo deportivo, el jugador, como su equipo, ha conseguido asentarse a mitad de temporada. Paul Pogba no comenzó muy bien, pero ha ido de menos a más: suma 32 partidos con el Manchester United, ha marcado siete goles y dado cuatro asistencias. Y su equipo se mantiene sexto en la exigente Premier League, a tan solo dos puntos del Arsenal, equipo que cierra los puestos Champions.

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