Los ‘peligrosos’ fichajes de Guardiola: de aquellos ‘pufos’ a ¿estos ‘cracks’?
El City ha gastado 90 millones en dos jugadores (Ederson y Bernardo Silva) en los primeros días de mercado. Ya batió el récord el curso pasado con 213 millones de euros. ¿Habrá elegido bien Pep o repetirá sus errores de Barcelona?
1 junio, 2017 18:38Noticias relacionadas
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Guardiola es un gran entrenador -para algunos, el mejor-. Eso nadie lo pone en duda. Al fin y al cabo, ganó 14 títulos en cuatro años en el Barcelona y siete en tres temporadas en el Bayern. Sin embargo, sus virtudes como director deportivo son más que cuestionables. ¿La razón? En Manchester, en su primer verano, gastó 213 millones de euros y terminó el curso sin ningún título. ¿Y el próximo? Ya se verá. En cualquier caso, el City sigue el mismo camino: en los primeros días de mercado veraniego se ha gastado 90 millones (sin calcular variables). En total, 80 kilos (50 + 30 por objetivos) en Bernardo Silva, centrocampista del Mónaco, y 40 por Ederson, portero del Benfica. ¿Justificados? Eso ya es otro cantar…
No sería recomendable tratar de adivinar el porvenir de ambos jugadores. Sin embargo, tampoco es exigible la fe inconmensurable en ellos. Guardiola, como decimos, es un gran entrenador, pero no ha destacado por su acierto a la hora de adquirir jugadores. Empezando por los más recientes, el verano pasado fichó a Stones (55 millones), Nolito (18) y Claudio Bravo (18) para ser titulares, y ninguno de ellos ha respondido a las expectativas.
De estos tres, Stones, al menos, seguirá en el Manchester la próxima temporada, aunque sea como suplente dado su final de temporada. Pero no ocurrirá lo mismo con los otros dos. Nolito, que comenzó jugando, ya ha reconocido que quiere salir del City “como sea”. El domingo pasado, en el Calderón, a donde acudió para disputar un amistoso para despedir el estadio, el gaditano confesó no saber “las razones por las que no había jugado en este tramo final del curso” y fue tajante en sus declaraciones: resolverá su situación este verano y fichará por un equipo -a ser posible, español-. Y Claudio Bravo, aunque todavía no haya hecho declaraciones, se encuentra en la misma tesitura. Empezó el curso como titular, pero lo ha acabado en el banquillo. De ahí su predisposición a marcharse, sobre todo, tras la llegada de Ederson.
Volviendo a las llegadas. El City todavía gastará más dinero esta temporada. La prensa británica aventura que Guardiola tiene hasta 300 millones para invertir en fichajes. Por tanto, todavía tiene otros 200 para satisfacer los deseos del técnico español. Una política que choca con las declaraciones de Pep, que días antes de fichar a Bernardo Silva, criticó al Madrid por desembolsar 45 millones en un chaval de 16 años, Vinicius Jr. Cosas que pasan.
SUS OTROS GRANDES ERRORES
Guardiola ya gastó fama en Barcelona de elegir mal a sus fichajes. Lo hizo muy bien al sacar jugadores de la cantera (Pedro, Busquets, Thiago…), pero no le salieron sus apuestas a la hora de fichar. Ejemplos hay de sobra. En su primera temporada, Hleb (17 millones) -estuvo una temporada completa y después se fue cedido hasta cumplir su contrato- y Cáceres (18’50) no cuajaron y tuvieron que buscar una salida. Ese mismo año también llegó Henrique, que ni siquiera ha llegado a debutar con el conjunto culé.
En su segundo curso, Ibrahimovic (casi 70 millones de euros) tan solo duró un curso y salió del Barça tras algunos encontronazos con Guardiola y Messi. Ese mismo año también llegó Chygrynskiy (25 millones) y Keirrison (14). Ninguno cuajó. Sólo Maxwell fue útil. Y, casualmente, fue el más barato (4’50). A partir de ahí, ya no hubo más fichajes erróneos. Eso sí, las dos primeras temporadas de Pep al cargo del banquillo fueron poco productivas en ese sentido.
Eso en el Barça. En el Bayern de Múnich, Guardiola tuvo más acierto. Si acaso, se equivocó al fichar a Götze -y no fue petición suya, sino de la dirección deportiva-, pero el resto de fichajes fueron acertados. En ninguno de los casos -ni en Alemania ni en España, con la excepción de Ibra- se gastó tanto dinero. Ahora, en el City, ha cambiado de estrategia. La cantera ya no importa (o importa menos) y sí el dinero. Sólo el futuro dilucidará si con títulos. En cualquier caso, lo que está por ver es si el peso de los millones contribuye al éxito o al fracaso del español. Quejas, en cualquier caso, no podrá tener en ningún sentido.