En esta vida, cada uno tiene sus obsesiones. Hay a quien le da por ayudar a la gente –ojalá muchos más–, a quien le da por beber cerveza, consumir algo más fuerte –drogas, por ejemplo– o por trabajar. Sí, también hay alguno que no quiere salir de la oficina. Esas cosas pasan. Ni siquiera se planean. Ocurren. Uno no se da cuenta. Pero, un día, alguien le dice: estás obsesionado. Y es cierto. Sabes que lo estás. Entonces, tienes dos caminos: hacer de tu cabezonería una virtud o tratar de reducir el ‘mono’ cambiando las rutinas.
Pues bien, Vivien Bodycote ha optado por lo primero. Ella no quiere renunciar a su obsesión. Ella quiere a Mourinho, lo ama, lo bendice y lo venera. Todo a la vez. Y no sólo eso, también tiene la intención de que todo el mundo lo sepa. Por eso se ha tatuado frases y caras del entrenador portugués por todo su cuerpo. En los pechos, en los brazos, en lugares que es mejor no mencionar… En cualquier parte. Esta entrañable mujer no va a cejar hasta que su cuerpo sea catalogado como el parque de atracciones de la vida del luso.
En total, Vivien Bodycote se ha hecho 35 tatuajes de José Mourinho. Y, ojo al dato, se los paga su marido. Si, a él le da igual. Está encantado de que su mujer luzca agradablemente y abiertamente las bendiciones del portugués. De hecho, le regaló el último: un corazón de fuego en el que aparecía la cara del portugués dentro. En fin, una obsesión como otra cualquiera. ¿O no? Ver para creer.
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