Ni en los mejores sueños podía pensar Zidane que su Madrid fuera a ser tan fiable y serio en Liga. El francés ha cambiado a un equipo que siempre se dejaba puntos en las primeras jornadas, que tiraba la Liga tres de cada cuatro años, que se dedicaba a los miércoles de Champions para sacar su mejor imagen. Y todo eso lo ha cambiado. Porque este Real Madrid es otro. Es el que gana jugando bien y mal y el que no se deja nada. Sin Cristiano y Bale también pudo ganar a un Espanyol que no fue el de otros años. Los catalanes apretaron, pero el Madrid supo salir del escondite.[Narración y estadística: Espanyol 0-2 Real Madrid]
Sobrevivió el Madrid a sus propios errores. Sobrevivió a Ramos, que en Cornellà-El Prat tuvo su versión más deficiente, que algunas veces aparece para desastre de los de Zidane. El capitán del Real Madrid tuvo que ser expulsado en el ecuador de la segunda parte, cuando paró un balón literalmente con las manos. Él se tiró haciendo creer que el balón le dio en la cabeza y picó el árbitro. El camero ya arrastraba una amarilla desde el minuto 2 y fue la imagen de la parte de atrás del Madrid: una defensa dormida, descolocada y superada.
El partido lo desatascó un James que se reivindica con el gol, pero que tampoco es que pueda presumir de partido. Su tanto es bueno, además de la importancia que tiene el 0-1, pero tampoco es que sus movimientos y juego para el equipo fuera notable. Pero estuvo donde había que estar, sacó un latigazo desde fuera del área que sorprendió a Diego López e hizo daño al Espanyol. Porque era el último minuto de la primera parte, en el momento más doloroso.
La segunda mitad quedó para ver en toda su plenitud la seriedad que trasmite Zidane a este equipo. En otras ocasiones, este Madrid se hubiera venido arriba a por el 0-2 o se hubiera dejado llevar y el Espanyol hubiera empatado. Pero este equipo tiene algo diferente. Es más maduro, más listo, ve mejor los partidos. Zidane supo enfriar el partido por momentos y lo llevó por donde él quiso. No era un fútbol brillante, pero si efectivo. Ese fútbol que da puntos y Ligas. Este partido en Cornellà-El Prat se podrá recordar al final de temporada, si el Madrid levanta el título. Será en buena parte por la seriedad mostrada este domingo en Barcelona.
Y el Espanyol no se rindió fácilmente. No fue un partido cómodo para el Madrid. Al contrario. Casilla, experico, tuvo que aparecer varias veces y en alguna ocasión con paradas decisivas. Al otro lado del campo, a muchos metros de distancia, Diego López. El partido tenía la curiosidad de que el portero del Espanyol era un ex del Madrid y el actual del Madrid, ex del Espanyol. El meta lucense se lució ante los que fueron sus compañeros. La parada más destacada, a Benzema, que se inventó una tijera a tres metros de portería que parecía imposible de atajar. Pero Diego López lo hizo.
Al delantero francés le habían anulado un gol, tras un buen cabezazo a pase de Marcelo, en la primera parte. Mandó otro remate pegado al palo. Otra fue la comentada tijera en el cara a cara con Diego López. Benzema estaba rondándolo y al final lo consiguió. Fue en una buena conexión con Lucas Vázquez, otro ex del Espanyol, que se internó en la banda derecha tras pase de Carvajal. La triangulación acabó con Benzema rematando a placer y dejando sentenciado el partido. El 0-2 era demasiado premio para los morados (así vistió el Madrid).
Pleno del Real Madrid. 12 puntos de 12 posibles. Cuatro victorias que le hacen ser líder en solitario. El Madrid de Zidane camina como no lo hicieron otros. En el mejor arranque liguero de la última década, alcanza también el récord histórico de victorias consecutivas en el torneo doméstico. Ya son 16, las mismas del Barça de Guardiola en su máximo esplendor. Si gana al Villarreal el miércoles, será ya la racha más larga en la historia. Es donde poco a poco entra Zidane. Desde la tranquilidad, y con un discurso creíble porque los hechos así lo demuestran, el Madrid lucha por la Liga. He ahí la novedad. La semana que ya comienza, clave para saber si este equipo es todavía más fiable.