El Real Betis confía en acabar la primera vuelta con un nuevo triunfo como local que además le dé tranquilidad para afrontar la segunda parte del torneo, aunque recibirá a un nuevo Sporting de Gijón, necesitado de puntos y con el técnico Joan Francesc Ferrer 'Rubi' como revulsivo para sacarlo del descenso.
La cita del domingo en el estadio Benito Villamarín le puede servir al Betis para mirar ya definitivamente hacia la parte media-alta de la tabla y al Sporting como punto de inflexión para iniciar la escalada en el meridiano de la competición, una vez que esta semana dejó el puesto de entrenador Abelardo Fernández.
El equipo de Víctor Sánchez del Amo espera cerrar esta primera parte del torneo con 24 puntos, la mayoría logrados en su estadio, pues fuera del barrio de Heliópolis siguen sin dar la medida, antes con el uruguayo Gustavo Poyet y ahora también con el técnico madrileño.
El Sporting confía en la llegada de Joan Francesc Ferrer, Rubi, que decidió que viajase toda la plantilla, para lograr romper la mala racha de resultados puntuando en el campo del Betis, club con el que los rojiblancos mantienen unas excelentes relaciones, que se extienden a ambas aficiones.
Rubi tiene como primer objetivo en los pocos entrenamientos que ha dirigido antes del partido mejorar la faceta defensiva del equipo y que se incremente la presión sobre el contrario, aspectos que ya espera se dejen notar en el partido de mañana. Los dos últimos entrenamientos dirigidos por el nuevo técnico fueron a puerta cerrada por lo que sus intenciones para el Benito Villamarín son un incógnita, si bien Rubi señaló que no iba a haber revolución y que ya tenía decidido "el noventa por ciento del equipo".