"Hahahahahaha". Así analizó Neymar, en su cuenta de Instagram, el gol que no dieron al Barcelona en el Villamarín. La jugada más polémica del Betis - Barcelona (1-1) va a traer mucho debate durante todo el año y más si la Liga finalmente se decide por pequeños detalles. El balón entró claramente, pero ni el árbitro ni su asistente vieron que el esférico entrara al completo en la portería de Antonio Adán.
La imagen no deja lugar a dudas. El balón entró claramente y el defensor del Betis, Mandi, despejó el esférico ya dentro. En ese momento era el 1-1, posterior resultado que consiguió el Barcelona en el 90' gracias al gol de Luis Suárez en un encuentro en el que se adelantó el cuadro andaluz con tanto de Álex Alegría.
Este gol ha vuelto a abrir el debate sobre la tecnología en el fútbol. Muchos aficionados pidieron el videoarbitraje, como también hizo el propio FC Barcelona a través de sus representantes. Son cada vez más los equipos que piden que las innovaciones tecnologías también se implanten en el fútbol español, como ya ocurre en otros países. Pero antes de abrir el necesario debate para la implantación de la tecnología, habría que dividir según su uso.
Por ejemplo, en estas acciones de goles fantasma no se necesita el famoso sistema VAR (videoarbitraje). Acabar con las dudas en estas jugadas se resuelve como lo hacen en la Premier, que no recurren todavía al videoarbitraje. Se soluciona poniéndole un chip al balón que informa al árbitro cuando traspasa la línea de fondo. Si es así, al colegiado rápidamente le informa su reloj, relacionado con el chip que tiene el esférico. La Premier ya ha evitado esa polémica gracias a este sistema que evita polémicas como la que ha ocurrido este domingo en el Benito Villamarín.
Otra cosa es implantar el videoarbitraje por completo, como se hizo en el Mundial de Clubes o como también se hará en la Bundesliga a partir de la próxima temporada. Eso ya es ver en un vídeo imágenes del partido, algo que para el propio encuentro para consultar las jugadas. Por ejemplo, para revisar un fuera de juego, un penalti no pitado o un jugador no expulsado.
El debate seguirá abierto, pero lo que está claro es que hay algunas jugadas que pueden ser evitadas como ya se hacen en otras Ligas. Al final se trata de impartir justicia sin parar el ritmo de un partido, sin quitarle la esencia al fútbol. El chip en el balón, el famoso ojo de halcón, cumple con ello.