En mayo se sabrá si la final de Copa del Rey coge el mismo guión que el partido de Liga, pero si es así, ya se puede ir preparando el Deportivo Alavés para una mala noche. Seguramente ese duelo, el último del fútbol español de la temporada, será diferente, pero el precedente ya es preocupante para los vascos. El Barça se paseó por Mendizorroza en uno de sus partidos más cómodos del año, aunque también tiene una parte de trampa. [Narración y estadísticas: Deportivo Alavés 0-6 Barcelona]
La goleada, de escándalo, se 'engordó' con cuatro goles en ocho minutos, en el ecuador de la segunda parte. Aquello rompió un partido que, estando ya muy a favor para el Barcelona (ganaba 0-2 al descanso), se le podía haber complicado a los culés si Christian Santos, solo, hubiera marcado una ocasión que era más difícil fallarla que anotarla. Era el minuto 1 de la segunda parte. Fue la única vez que el cuadro de Pellegrino pudo haberse metido en el partido.
Hablando de fútbol, la brillantez del Barcelona no fue como la de antaño, pero sí la recuperó. Después de unos partidos muy dubitativos, los de Luis Enrique recuperaron la mejor versión. Sobre todo destacó que ganaran sin problemas y que lo hicieran con una efectividad aplastante. Marcaron seis goles de unas diez ocasiones a puerta. Ayudó también que el Alavés se lo tomara con calma, sin muchos titulares y aguantando como podía la resaca de Copa. Esta no era ni mucho menos la guerra del Alavés.
Fue un buen partido de la MSN. Marcaron todos, aunque otra vez Neymar estuvo por debajo de sus dos compañeros. Nada se salió de la sorpresa. Messi dirigió, Suárez marcó más que los demás y el Barça ganó sin despeinarse. El nuevo líder de la Liga solo tuvo un susto en la primera parte, una carrera interminable de Theo Hernández que acabó parando Ter Stegen. Hubiera sido el 1-0. Perdonó y eso propició que el Barcelona supiera que iba a ganar. Suárez, en su primera ocasión, y Neymar, tres minutos después, dejaron el 0-2 al intermedio.
Después, y con un rodillo inusual, el Barcelona sentenció en cuatro minutos. Otro de Suárez, uno de Messi, otro más de Rakitic y la suerte, con un gol en propia puerta de Alexis, puso el 0-6 definitivo. Cuatro goles en ocho minutos. Todo sentenciado. La mala noticia para los culés, la lesión (y parece grave) de Aleix Vidal, que se 'partió' el tobillo.
El Barcelona se coloca líder después de muchas semanas. Y lo hace con tres partidos más que el Madrid. Ha tenido que necesitar tres jornadas de ventaja para ponerse en lo más alto de la tabla. De alguna manera presiona al Madrid, pero los blancos deberán perder en Pamplona, Vigo y Valencia para que el liderato azulgrana sea real. Pero, al margen de un calendario que comienza a adulterar de alguna manera la Liga, el Barcelona gana y gana. Una derrota en 20 partidos. Y presiona a su rival, que es lo más relevante.
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