El estadio El Sadar acogerá un partido de extremos: primero contra último de LaLiga Santander, un líder con dos partidos aplazados que solo ha encajado una derrota en el curso liguero, ante un colista que únicamente firmó un triunfo, pero que tiene en alerta a un Real Madrid que se juega el liderato.
Osasuna, a pesar de sus paupérrimos números en su regreso a Primera división, sueña con sorprender al Real Madrid en un partido en el que se estrenará césped y para el que se han agotado las entradas, aunque el lleno dependerá de la asistencia de los socios.
El conjunto pamplonés, colista de nuevo de LaLiga Santander tras perder en Anoeta, no ha ganado ningún partido en El Sadar, donde solo ha sumado 4 de los 33 puntos disputados.
A pesar de cierta mejoría experimentada con la llegada de Petar Vasiljevic al banquillo navarro, no conoce la victoria con el técnico serbio en cinco partidos, debido principalmente a su incapacidad para cerrar la portería (solo la ha mantenido a cero en un partido liguero), con dos goles encajados por encuentro.
Vasiljevic, lastrado por las bajas de larga duración de Miguel Flaño, Javier Flaño y Didier Digard, no puede contar ante el Real Madrid con el lesionado Nauzet Pérez ni con el sancionado Roberto Torres, aunque finalmente dispone de Miguel De las Cuevas tras recuperarse de unas molestias musculares.
El entrenador serbio recupera a Mario Fernádez como portero suplente y al delantero Oriol Riera tras no jugar en Anoeta por precaución. La convocatoria no la ofrecerá hasta el sábado y no ha desvelado el equipo titular. Tiene disponibles a Nikola Vujadinovic y Raoul Loé, aunque el francés no está todavía para 90 minutos, según ha dicho Vasiljevic, quien podría optar por un cambio de sistema ante el Real Madrid.
El equipo de Zinedine Zidane retoma el pulso a la competición después de trece días sin poder disputar un partido, eliminado de la Copa del Rey y por la suspensión del encuentro de la pasada jornada de LaLiga por el temporal en Vigo que afectó a Balaídos.
La parte buena es la recuperación física de la plantilla antes de la vuelta de la Liga de Campeones con la eliminatoria dura frente al Nápoles y el regreso de jugadores que estaban lesionados como Dani Carvajal o el croata Luka Modric, que se sumarían a los que ya estaban listos para reaparecer la pasada semana, el brasileño Marcelo, el portugués Pepe y el colombiano James Rodríguez.
Con tan solo el galés Gareth Bale en la enfermería y la baja por sanción del alemán Toni Kroos, Zidane vuelve a sufrir "dolores de cabeza", como reconoció en su día, hasta para hacer la lista de convocados. Incluso cambia el método habitual y no la ofrecerá hasta el mismo día del partido. Debe realizar cuatro descartes y dos de ellos podrían ser el portugués Fabio Coentrao y el dominicano Mariano.
El técnico madridista advierte del peligro de jugar ante el colista recordando la dureza de El Sadar de su etapa de jugador y marca el día a día como mentalidad para sus jugadores. No pensarán en los dos partidos pendientes de jugar -Valencia y Celta- ni tampoco en la situación que se les puede dar si el Barcelona vence su encuentro y pasa a ser nuevo líder virtual. Desde la jornada 9 no ocurre.
Cumplirá Sergio Ramos 500 partidos con el Real Madrid y las principales dudas por despejar radican en el lateral derecho y el centro del campo. Carvajal lleva entrenando con sus compañeros desde el martes y para coger ritmo de cara al Nápoles podría ser titular o reaparecer en el segundo tiempo; mientras que parece segura la presencia de Modric y la baja de Kroos optan al puesto Mateo Kovacic e Isco Alacón, al que Zizou elogió en la víspera pidiendo abiertamente su renovación.