La primera imagen que a uno le viene a la cabeza cuando habla de muerte en el fútbol es la de Antonio Puerta. La 'perla' del Sevilla perdió la vida el 28 de agosto de 2007, tres días después de sufrir un fallo cardiorrespiratorio en pleno partido ante el Getafe. Una tragedia que, junto a la de Dani Jarque, Miklos Feher o Marc-Vivien Foé, abrió a finales de la pasada década un debate mundial sobre los riesgos que el esfuerzo físico y los choques suponen en el deporte de alto nivel y las posibles formas de prevenirlos. Ayer, Fernando Torres vivió el drama en primera persona. Y, gracias a los avances de los últimos años en la formación en primeros auxilios, lo superó.
El partido agonizaba y el Atleti buscaba un gol a la desesperada que impidiera el empate ante el Deportivo en Riazor. Un balón voló al área blanquiazul hasta Torres, que se vio arrollado por detrás por Bergantiños en la disputa aérea. El delantero cayó a plomo y se quedó tendido en el césped, aparentemente inconsciente. Sin embargo, en menos de tres segundos varios compañeros rodeaban al jugador y le asistían in situ.
Las imágenes de la secuencia son espeluznantes: Sime Vrsaljko y Gabi, ejerciendo de improvisados ATS sobre el campo, se coordinaron para sujetarle la cabeza y evitar que la lengua se desplazase hacia atrás estando inconsciente boca arriba y obstruyese las vías respiratorias -uno de los primeros pasos incluidos en los protocolos de actuación que siguen los servicios de emergencias, tal y como se explica en el vídeo que sucede a este párrafo- introduciendo los dedos en la boca de Torres; para, después, proceder a colocarle en la llamada posición lateral de seguridad. Mientras, Riazor guardaba un tenso silencio con un Giménez sobrecogido por los acontecimientos y un Simeone fuera de sí, espetando al banquillo rival por la dureza de la entrada, impotente ante la gravedad de la situación.
Entre otras cosas, gracias a la rapidísima intervención de sus compañeros, el choque se quedó en un susto y un traumatismo craneoencefálico del que fue dado de alta a media mañana del viernes. Y es que tanto el croata como el capitán rojiblanco sabían cómo actuar incluso antes de que verse obligados a esprintar para socorrer a Torres. Una preparación que evitó males mayores.
Cursillo de primeros auxilios en pretemporada
Antes del comienzo de cada temporada, el Atlético organiza un cursillo de primeros auxilios en el que los jugadores y los técnicos adquieren las nociones básicas de atención sanitaria y cómo reaccionar ante situaciones de emergencia. Un doctor especializado imparte la clase teórica, en la que se explican los procedimientos a seguir en caso de una urgencia.
Unas medidas adicionales a las que ya presentan en España y la mayoría de Europa las principales competiciones deportivas, con servicios de atención sanitaria de actuación rápida en estadios y pabellones, enfermerías con dotación para emergencias o equipamiento para la reanimación cardiorrespiratoria. Unos instrumentos, por cierto, que se han ido instalando progresivamente en estadios, polideportivos y otras sedes deportivas a raíz de los citados casos y el auge de casos de muerte súbita en los últimos años.
En el caso del brutal choque de Fernando Torres, los jugadores del Atlético siguieron al pie de la letra el protocolo de actuación inmediata en caso de urgencias. Se centraron en el primer punto tras comprobar que estaba inconsciente: la desobstrucción de las vías respiratorias para evitar la asfixia (extrayendo cuerpos extraños o, en este caso, la propia lengua) y pasar colocarle en la posición lateral de seguridad. Entonces, los servicios de emergencia que aguardaban en los límites del terreno de juego, también rapidísimos, llegaron hasta el jugador y le atendieron durante unos segundos sobre el césped antes de llevárselo en la camilla.
Hasta el propio doctor del Deportivo de La Coruña, Carlos Lariño, alababa tras el partido en la 'Cadena Cope' la actuación tanto de Vrsaljko como de Gabi. "Lo que han hecho ha sido clave. Gabi, de hecho, se llevó incluso un mordisco de Fernando por meterle la mano en la boca", explicaba. "La verdad es que la atención fue muy rápida. Poco tiempo pudieron atenderlo, pero esa atención fue perfecta", relataba.
Un momento de valor por parte de Vrsaljko y Gabi, comparable al que mostró hace unos días el delantero Francis Koné, que en un partido de la liga checa de fútbol tuvo la sangre fría de asistir sobre la marcha al portero rival que quedó inconsciente tras un choque con otro jugador. La imagen ha dado la vuelta al mundo porque es la tercera vez a lo largo de su carrera que Koné interviene de urgencia para salvarle la vida a un compañero.